LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (RESUMEN)
Resumen de la Primera Guerra Mundial
Introducción
La Primera Guerra Mundial fue el conflicto
armado que estalló en 1914, entre las potencias de la Triple Alianza (Alemania,
Imperio Austro-Hungaro, Italia) y la Triple Entente (Inglaterra, Francia y
Rusia). Este segundo bloque fue reforzado por Italia desde 1915 y Estados
Unidos desde 1917. Ver nombres de los gobernantes de cada país aquí >>
Causa principal
La ambición de las potencias imperialistas por
controlar las mejores colonias y semicolonias del planeta. Anhelaban poseer las
ricas fuentes de materias primas y buenos mercados para vender sus
manufacturas.
Antecedentes inmediatos
El 28 de junio de 1914 fue asesinado el
Archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio Austro-Húngaro cuando
visitaba Sarajevo. El crimen fue cometido por un grupo nacionalista serbio
llamado "Mano Negra", enemigo del expansionismo austriaco en los
Balcanes. En represalia, Austria-Hungría le declaró la guerra a Serbia
(28-07-1914). Entonces, Rusia movilizó tropas para ayudar a Serbia, lo que
provocó que Alemania le declare la guerra a Rusia (01-08-1914) y su aliada
Francia (03-08-1914). Cuando Alemania ingresó a Bélgica para invadir Francia,
Inglaterra le declaró la guerra (04-08-1914).
Batallas principales
Trinchera. Foto: Life.
Cuando Alemania invadió Francia se inició la
sanguinaria batalla de Marne (setiembre de 1914). Los franceses contuvieron a
los alemanes, pero estos evitaron replegarse, iniciándose así la cruenta
“Guerra de las Trincheras”. En 1916, los alemanes intentaron tomar la fortaleza
de francesa de Verdum, pero también fracasaron. El mismo año, ingleses y
franceses lograron derrotar a los alemanes en la batalla de Somme. En el frente
oriental, Alemania atacó a Rusia y la derrotó en las batallas de Tannemberg y
de los Lagos Masurianos. En 1917, los comunistas rusos derrocaron al zar
Nicolás II y firmaron el tratado Brest-Litovsk restableciendo la paz con
Alemania. El retiro de Rusia fue compensado con la incorporación de Italia y
Estados Unidos al bloque de la Entente. En marzo de 1918, Alemania lanzó una
ofensiva en el frente occidental, pero los anglo-franceses los vencieron en la
Segunda Batalla de Marne, y con la ayuda de las tropas estadounidenses hicieron
retroceder a los germanos hasta obligarlos a firmar su rendición en el
Armisticio de Compiegne (11 de noviembre de 1918).
El Tratado de Versalles
Entre enero y junio de 1919 se reunieron los
representantes de los países que participaron en la guerra. Las potencias
vencedoras impusieron duras condiciones a las naciones derrotadas. Por ejemplo
Alemania tuvo que ceder Alsacia y Lorena a Francia, y el Imperio Austro-Húngaro
se desintegró, dando origen a los estados de Hungría, Checoslovaquia y
Yugoslavia. Además, Alemania quedó obligada a pagar una millonaria
indemnización a los vencedores, a limitar el número de sus soldados y a no
fabricar ni importar armamento. Otro acuerdo importante fue la fundación de la
Sociedad de Naciones, organismo internacional que debía garantizar una paz
duradera.
También tenemos:
1. Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
2. Línea de tiempo de la Primera Guerra
Mundial
3. Preguntas sobre la Primera Guerra Mundial
Hay un hecho histórico puntual que se
considera detonante de la Primera Guerra Mundial: el asesinato del príncipe
Francisco Fernando de Austria en Sarajevo por un nacionalista serbio. Sin
embargo existieron diversas y profundas causas que dieron el contexto para el
estallido del conflicto:
1) El Imperialismo desatado a fines del siglo
XIX por las principales potencias mundiales impulsaba una carrera feroz por el
control de territorios y mercados coloniales, impulsó una carrera
armamentística y diversos conflictos bélicos que antecedieron a la Primera
Guerra Mundial:
Guerra de Ruso Japonesa
Guerra Ítalo-Turca
Guerra de los Balcanes
Segunda Guerra de los Balcanes
2) Existían muchos conflictos latentes dado
que algunos imperios dominaban a naciones (pueblos) que buscaban su aspiraban a
tener un gobierno propio:
en el Imperio Austrohúngaro, con rumanos,
serbios, búlgaros, croatas, eslovenos;
en el Imperio Ruso con polacos y finlandeses;
en el Imperio Otomanos con griegos y armenios.
3) Existían fuertes rivalidades entre algunas
de las grandes potencias que se arrastraban de conflictos bélicos anteriores,
la mayor era entre Francia y Alemania.
4) También existían pactos de alianza entre
diferentes potencias (con anterioridad al estallido de la Primera Guerra
Mundial):
La Triple Entente: Gran Bretaña, Francia y el
Imperio Ruso
La Triple Alianza: Imperio Alemán, Imperio
Austrohúngaro e Italia.
El estallido de la Primera Guerra Mundial
el-estallido-de-la-primera-guerra-mundial
Como mencionamos antes, el 28 de junio de
1914, un militante nacionalista serbio cometió el llamado “Atentado de
Sarajevo”, asesinando a Francisco Fernando de Austria (heredero del Imperio
Austrohúngaro) y su esposa. Esto generó una crisis internacional que la
diplomacia no pudo resolver.
Un mes después, el 28 de julio de 1914,
Austria-Hungría le declaró la guerra a Serbia. Al día siguiente Rusia (que se
autoproclamaba protectora del paneslavismo) ordenó la movilización general de
su tropa. El 1 de agosto, Alemania le declaró la guerra a Rusia, ya que
consideró la movilización militar rusa un acto de guerra contra Austria-Hungría
(con quien estaba aliado en la Triple Alianza). Por otro lado, Francia –aliada
de Rusia- le declaró la guerra a Alemania ese mismo día.
Comenzada la Gran Guerra, Gran Bretaña se sumó
a la Entente Cordiale, y en 1915 también lo hizo Italia (rompiendo su alianza
con Austria-Hungría). Por el otro lado, el Imperio Otomano se sumó a las
Potencias Centrales.
Alianzas de la Primera Guerra Mundial
alianzas-de-la-primera-guerra-mundial
Estaba así planteado el núcleo de las alianzas
en la Primera Guerra Mundial. Con el correr del conflicto más países se fueron
involucrando en la contienda enfrentados en dos diferentes bandos:
La Entente Cordiale o los Aliados: Francia,
Rusia, Gran Bretaña, Italia, Japón y los Estados Unidos, y 22 países más.
Las Potencias Centrales: Austria-Hungría,
Alemania, el Imperio Otomano y Bulgaria.
Desarrollo de la Primera Guerra Mundial –
Frentes de Combate
Una vez declarada la guerra, los alemanes
invaden Bélgica y Luxemburgo en busca de una victoria rápida, pero fueron
detenidos por los franceses cerca del río Marne en la Primera Batalla del
Marne. Allí se establecieron ambos ejércitos (frente Occidental) que se basó en
una cruenta guerra de trincheras durante tres años, donde no hubo avances
significativos de ninguno de los dos bandos.
Mientras tanto, el ejército alemán abrió un
segundo foco de ataque contra Rusia (frente Oriental). Allí derrotaron sin
mayores dificultades a las tropas zaristas que se dan en retirada; y los
alemanes avanzan en territorio ruso. Hay enfrentamientos también en la frontera
entre Rusia y Austria-Hungría donde los ejércitos zaristas continúan
debilitándose y para 1916 ya no hay grandes acciones ofensivas por su parte.
Aquí los ejércitos se valieron de sus caballerías como principal táctica de
combate.
El Occidental y el Oriental fueron los principales
frentes de combate en tierra, pero no los únicos. Otros frentes de la Primera
Guerra Mundial fueron (ver mapa):
el frente Balcánico
el frente de Oriente Medio
el frente Italiano
el frente Africano
también hubo operaciones militares de menor
envergadura en ciertas islas del Pacífico.
lucha naval en Canal de la Mancha, Mar del
Norte, Mar Mediterráneo, Atlántico, Pacífico Sur y mar Adriático.
En 1915 y 1916, los submarinos alemanes
hundieron dos barcos con tripulación estadounidense, causando la muerte de
decenas de civiles. En abril de 1917, los Estados Unidos entran en el conflicto
en apoyo de los Aliados. Meses después, Rusia (en plena Revolución
Bolchevique), se retira de la guerra firmando un armisticio con las Potencias
Centrales, que le implica grandes pérdidas económicas y territoriales.
Tras la rendición rusa, Alemania ocupa
Polonia, Ucrania, Finlandia, los países bálticos y parte de Bielorrusia. Su
estrategia es enviar todas sus tropas al frente Occidental para buscar una
victoria rápida antes de la llegada de los norteamericanos. La campaña decisiva
comienza en marzo de 1918, pero el ejército alemán –debilitadas y cansadas- no
llegaron a cumplir su objetivo de atacarParís. Las tropas francesas y
estadounidenses obtienen una victoria definitoria en la segunda batalla del
Marne, donde los tanques británicos y la aviación toman crucial importancia.
A partir de aquí las Potencias Centrales no
podrán recuperarse. Poco después Bulgaria pide un armisticio y posteriormente
se rinde el Imperio Otomano y los italianos vencen a los austríacos. El
ejército alemán es desarticulado en una batalla en Amiens. La derrota es
irreversible. El Emperador Guillermo II huye a Holanda, la nueva República
Alemana firma el armisticio de Rethondes, el 11 de noviembre de 1918.
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
Los efectos de la Primera Guerra Mundial
fueron devastadores, os invitamos a conocer sus múltiples y profundas
consecuencias en el siguiente video.
La Primera Guerra Mundial, también conocida
como Gran Guerra,b fue una guerra desarrollada principalmente en Europa, que
dio comienzo el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918,
cuando Alemania pidió el armisticio y más tarde el 28 de junio de 1919, los
países en guerra firmaron el Tratado de Versalles. Hasta el comienzo de la
Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada Gran Guerra o simplemente
Guerra Mundial.6 7 8 En Estados Unidos originalmente se la conoció como Guerra
Europea.9 Más de 9 millones de combatientes perdieron la vida, una cifra
extraordinariamente elevada, dada la sofisticación tecnológica e industrial de
los beligerantes, con su consiguiente estancamiento táctico. Está considerado
el quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad.c Tal fue la
convulsión que provocó la guerra, que allanó el camino a grandes cambios
políticos, incluyendo numerosas revoluciones con un carácter nunca antes visto
en varias de las naciones involucradas.10
Recibió el calificativo de mundial, porque en
ella se vieron involucradas todas las grandes potencias industriales y
militares de la época,11 divididas en dos alianzas opuestas. Por un lado se
encontraba la Triple Alianza, formada por las Potencias Centrales: el Imperio
alemán y Austria-Hungría. Italia, que había sido miembro de la Triple Alianza
junto a Alemania y Austria-Hungría, no se unió a las Potencias Centrales, pues
Austria, en contra de los términos pactados, fue la nación agresora que
desencadenó el conflicto.12 Por otro lado se encontraba la Triple Entente,
formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. Ambas alianzas sufrieron
cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las filas de
uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, Japón y Estados Unidos se
unieron a la Triple Entente, mientras el Imperio otomano y Bulgaria se unieron
a las Potencias Centrales (Triple Alianza). En total, más de 70 millones de
militares, incluyendo 60 millones de europeos, se movilizaron y combatieron en
la guerra más grande de la historia.13 14
Aunque el imperialismo que venían
desarrollando desde hacía décadas las potencias involucradas fue la principal
causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914
en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria.15 16
Su verdugo fue Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio.17 18 Este suceso
desató una crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino
de Serbia y se invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo
largo de las décadas anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias
europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió por todo el mundo.
El 28 de julio, los austro-húngaros iniciaron
las hostilidades con el intento de invasión de Serbia.19 20 Mientras Rusia se
movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había declarado neutral, y
Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la soberanía belga llevó al
Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por
los franceses a pocos kilómetros de París, iniciándose una guerra de desgaste
en las que las líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta
1917. Este frente es conocido como Frente Occidental. En el Frente Oriental, el
ejército ruso logró algunas victorias frente a los austro-húngaros, pero fueron
detenidos por los alemanes en su intento de invadir Prusia Oriental. En
noviembre de 1914, el Imperio Otomano entró en la guerra, lo que significó la
apertura de distintos frentes en el Caúcaso, Mesopotamia y el Sinaí. Italia y
Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumania en 1916 y Estados Unidos en
1917.
Tras años de relativo estancamiento, la guerra
empezó su desenlace en marzo de 1917 con la caída del gobierno ruso tras la
Revolución de Febrero y la firma de un acuerdo de paz entre la Rusia
revolucionaria y las Potencias Centrales tras la célebre Revolución de Octubre
en marzo de 1918. El 4 de noviembre de 1918, el Imperio austrohúngaro solicitó
un armisticio. Tras una gran ofensiva alemana a principios de 1918 a lo largo
de todo el Frente Occidental, los Aliados hicieron retroceder a los alemanes en
una serie de exitosas ofensivas. Alemania, en plena revolución, solicitó un
armisticio el 11 de noviembre de 1918, poniendo fin a la guerra con la victoria
aliada.
Tras el fin de la guerra, cuatro grandes
imperios dejaron de existir, el alemán, ruso, austro-húngaro y otomano. Los
Estados sucesores de los dos primeros perdieron una parte importante de sus
antiguos territorios, mientras que los dos últimos se desmantelaron. El mapa de
Europa y sus fronteras cambiaron completamente y varias naciones se
independizaron o se crearon. Al calor de la Primera Guerra Mundial también se
fraguó la Revolución rusa, que concluyó con la creación del primer Estado
autodenominado socialista de la historia, la Unión Soviética. Se fundó la
Sociedad de Naciones, con el objetivo de evitar que un conflicto de tal
magnitud se volviera a repetir. Sin embargo, dos décadas después estalló la
Segunda Guerra Mundial. Entre sus razones se pueden señalar: el alza de los
nacionalismos, una cierta debilidad de los Estados democráticos, la humillación
sentida por Alemania tras su derrota, las grandes crisis económicas y, sobre
todo, el auge del fascismo.
Índice
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1 La Paz Armada
2 Detonante del conflicto
3 Guerra de movimientos
4 Frente occidental
5 Frente oriental
6 Otros frentes
6.1 Frente balcánico
6.2 Frente de Oriente Medio
6.3 Frente Italiano
6.4 La guerra en África
6.5 La guerra en el Extremo Oriente y el
Pacífico
6.6 La guerra en el mar
7 Telegrama Zimmermann
8 1917: el giro de la guerra
9 Fin de la guerra
10 Tratados de paz
11 Aspectos económicos
12 Consecuencias
13 Testimonios, literatura y filmografía
14 Véase también
15 Notas
16 Referencias
17 Bibliografía
18 Enlaces externos
La Paz Armada
Artículo principal: Paz armada
A finales del siglo XIX, el Reino Unido
dominaba el mundo tecnológico, financiero, económico y sobre todo político.
Alemania y Estados Unidos le disputaban el predominio industrial y comercial.
Durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX se produjo el
reparto colonial de África (a excepción de Liberia y Etiopía) y de Asia
Meridional entre las potencias europeas, así como el gradual aumento de la
presencia europea y japonesa en China, un estado que para entonces se hallaba
muy debilitado.
El Reino Unido y Francia, las dos principales
potencias coloniales, se enfrentaron en 1898 y 1899 en el denominado incidente
de Faschoda, en Sudán, pero el rápido ascenso del Imperio alemán hizo que los
dos países se unieran a través de la Entente cordiale. Alemania, que solamente
poseía colonias en Camerún, Namibia, África Oriental, algunas islas del
Pacífico (Nueva Guinea, las Marianas, las Carolinas, las Islas Salomón, entre
otras) y enclaves comerciales en China, empezó a pretender más a medida que
aumentaba su poderío militar y económico posterior a su unificación en 1871.
Una desacertada diplomacia fue aislando al Reich, que sólo podía contar con la
alianza incondicional del Imperio austrohúngaro. Por su parte, el Imperio ruso
y, en menor medida, los Estados Unidos controlaban vastos territorios, unidos
por largas líneas férreas (Transiberiano y ferrocarril Atlántico-Pacífico,
respectivamente).
Francia deseaba la revancha de la derrota
sufrida frente a Prusia en la Guerra Franco-prusiana de 1870-1871. Mientras
París estaba asediada, los príncipes alemanes habían proclamado el Imperio (el
llamado Segundo Reich) en el Palacio de Versalles, lo que significó una ofensa
para los franceses. La III República perdió Alsacia y Lorena, que pasaron a ser
parte del nuevo Reich germánico. Su recuperación era ansiada por el presidente
francés, Poincaré, lorenés.21 En general, las generaciones francesas de finales
del siglo XIX y, sobre todo, los estamentos militares, crecieron con la idea
nacionalista de vengar la afrenta recuperando esos territorios. En 1914 sólo
hubo un 1 % de desertores en el ejército francés, en comparación con el 30 % de
1870.
Mientras tanto, los países de los Balcanes
independizados del Imperio otomano fueron objeto de rivalidad entre las grandes
potencias. El estado otomano, al que los comentaristas de la época denominaban
el «enfermo de Europa», no poseía en Europa —hacia 1914— más que Estambul, la
antigua Constantinopla. Todos los jóvenes países nacidos de su descomposición
(Grecia, Bulgaria, Rumanía, Serbia, Montenegro y Albania) buscaron expandirse a
costa de sus vecinos, lo que llevó a dos conflictos entre 1910 y 1913,
conocidos como Guerras Balcánicas.
Impulsados por esta situación, los dos
enemigos seculares del Imperio otomano continuaron su política tradicional de
avanzar hacia Estambul y los estrechos que conectan el mar Negro con el mar
Mediterráneo. El Imperio austrohúngaro deseaba proseguir su expansión en el
valle del Danubio hasta el mar Negro, sometiendo a los pueblos eslavos. El
Imperio ruso, que estaba ligado histórica y culturalmente a los eslavos de los
Balcanes, de confesión ortodoxa —ya les había brindado su apoyo en el pasado—
contaba con ellos como aliados naturales en su política de acceder a «puertos
de aguas calientes».
Como resultado de estas tensiones, se crearon
vastos sistemas de alianzas a partir de 1882:
La Triple Entente: Francia, Reino Unido y
Rusia.
La Triple Alianza: Alemania, Austria-Hungría e
Italia.
A este período se le conoce como Paz armada,
ya que Europa estaba destinando cuantiosas cantidades de recursos en
armamentos22 y, sin embargo, no había guerra, aunque se sabía que ésta era
inminente.
Detonante del conflicto
Declaración de guerra contra el Reino de
Serbia por parte del Imperio austrohúngaro
Artículo principal: Atentado de Sarajevo
El evento detonante del conflicto fue el
asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, Sofía
Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante
nacionalista serbio Gavrilo Princip, miembro del grupo serbio "Joven
Bosnia", ligado al grupo nacionalista Mano Negra, que apoyaba la
unificación de Bosnia con Serbia. Francisco Fernando era el heredero de la
corona austro-húngara después de la muerte de su primo, Rodolfo de Habsburgo
(en 1889) y de su padre Carlos Luis de Austria (en 1896). Su asesinato
precipitó la declaración de guerra de Austria contra Serbia, que desencadenó la
Primera Guerra Mundial.
El 23 de julio, después de acordarlo con el
estado alemán, el gobierno austrohúngaro lanzó un ultimatum en diez puntos a su
homólogo serbio, exigiendo entre otras cosas la posibilidad de investigar en
territorio Serbio. Al día siguiente, durante el consejo de ministros ruso, el
zar Nicolás II ordenó la movilización general contra el estado austrohúngaro.
El gobierno serbio, que tenía plazo hasta el sábado 25 a las seis de la tarde,
no aprobó los puntos impuestos por Austria Hungría, sobre todo los puntos cinco
y seis que ordenaban «aceptar la colaboración en territorio serbio de
representantes del gobierno austrohúngaro para la represión del movimiento
subversivo» y «abrir una investigación judicial contra los participantes en el
complot».
Ante dicha negativa, el 28 de julio de 1914,
Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Acto seguido el 29 de julio Rusia
ordenó la movilización general. En función de las alianzas militares, el 1 de
agosto, Alemania le declaró la guerra a Rusia, al considerar la movilización
como un acto de guerra contra Austria-Hungría. Ante esto, y en virtud, de la
alianza militar franco-rusa de 1894 Francia tomó algunas medidas de precaución
en sus fronteras. Alemania, al conocer la agitación que reinaba en Francia a
causa del inesperado ataque contra Serbia y la movilización rusa le declaró la
guerra a Francia el 3 de agosto.23 24
Guerra de movimientos
Alianzas militares europeas en 1914.
En 1914, los europeos pensaban que la guerra
sería corta. Pero los generales, que habían estudiado las guerras napoleónicas,
estaban equivocados en su enfoque inicial del enfrentamiento, basado en el uso
masivo de la infantería. Respondiendo a la enorme eficacia de las armas
(fusiles, armas automáticas y artillería pesada), las fortificaciones fueron
reforzadas. La caballería sería inútil como medio para romper el frente.
Al comienzo de la guerra los dos bandos
trataron de obtener una victoria rápida mediante ofensivas fulminantes. Los
franceses agruparon sus tropas en la frontera con Alemania, entre Nancy y
Belfort, divididas en cinco ejércitos. Previendo un ataque frontal en Lorena,
organizaron el Plan XVII. Los alemanes tenían un plan mucho más ambicioso.
Contaban con la rapidez de un movimiento de contorno por Bélgica para sorprender
a las tropas francesas y marchar hacia el este de París (Plan Schlieffen de
1905) y luego enfrentarse a las fuerzas enemigas y empujarlas hacia el Jura y
Suiza. Tan sólo ubicaron 2/7 de sus tropas sobre la frontera para resistir el
ataque frontal en Alsacia-Lorena.
Alianzas militares europeas en 1915.
Verde: Triple Entente (aliados)
Rojo: Potencias Centrales
Amarillo: Países no beligerantes.
El comienzo del plan trascurrió perfectamente
para el Reich. Sus tropas avanzaron sobre Bélgica el 4 de agosto, lo cual
provocó la intervención inglesa. Posteriormente derrotaron al ejército francés
en diversas batallas. Los franceses lanzaron simultáneamente el Plan XVII, pero
resultó un fracaso debido a las armas automáticas que frenaron cualquier asalto
y a un repliegue prematuro de las tropas hacia sus líneas. Semanas después los
alemanes estaban ya ubicados en el río Marne, donde chocaron con el Cuerpo
Británico y el ejército francés, quienes frenaron el avance imperial. La
derrota germana frustró el plan original y acabó con las expectativas de una
conflagración breve, marcando el abandono definitivo de los planes anteriores a
la guerra. En ese momento comenzó la «carrera hacia el mar»: los dos ejércitos
marcharon hacia el mar del Norte; ataques y contra-ataques se sucedieron. La
contienda se desarrollaría en territorio francés y belga. Las tropas británicas
no tardaron en intervenir en mayor número, junto a los restos del ejército
belga.
Mientras tanto, Austria-Hungría fracasó en su
intento de tomar Belgrado, lo cual lograría después con ayuda alemana, en
agosto del 1915. Rusia invadió Prusia Oriental, pero los generales de estado
mayor prusianos Hindenburg y Ludendorff los batirán contundentemente en
Tannenberg.
En el curso de 1915, dos nuevos países entraron
en la guerra: Italia del lado de los Aliados y Bulgaria al lado de las
potencias centrales, que con este apoyo derrotan a Serbia y la ocupan. Desde el
comienzo de la guerra, el Vaticano y Suiza intentaron infructuosamente sondeos
por la paz.
Frente occidental
Estabilización del Frente Occidental en 1914
Artículo principal: Frente Occidental (Primera
Guerra Mundial)
Véase también: Guerra de trincheras
El 4 agosto de 1914, el ejército alemán abrió
el frente occidental invadiendo Bélgica y Luxemburgo, con un ataque a la ciudad
de Lieja, y luego obteniendo el control militar de regiones industriales
importantes del este de Francia, derrotando al ejército francés en la batalla
de Lorena, la batalla de Charleroi (21 de agosto) y en la batalla de Maubeuge
una semana más tarde. La fuerza del avance fue contenida drásticamente con la
primera batalla del Marne en septiembre de 1914, donde enfrentaron al Cuerpo
Británico compuesto por 5 divisiones experimentadas y las tropas de reserva
francesas. Los taxis de París ayudaron a trasladar a los efectivos ingleses al
frente. El equilibrio de fuerzas y las nuevas armas facilitaron la defensa
frente al ataque e impusieron la estabilización del frente. Ambos contendientes
se atrincheraron en una línea sinuosa de posiciones fortificadas que se
extendía desde el mar del Norte hasta la frontera suiza con Francia. Esta línea
permaneció sin cambios sustanciales durante casi toda la guerra.
Soldados franceses en las trincheras, durante
la batalla de Verdún, en 1916.
Un asalto presentaba tal desventaja frente al
adversario que los ataques aliados fueron infructuosos y Alemania pudo resistir
a pesar de combatir en dos frentes. En estos ataques se recurrió a bombardeos
masivos de artillería y al avance masivo de la infantería. Sin embargo, la
combinación de las trincheras, los nidos de ametralladoras, el alambre de
espino y la artillería infligían cuantiosas bajas a los atacantes y a los
defensores en contraataque. Como resultado, no se conseguían avances significativos.
Las condiciones sanitarias y humanas para los soldados eran muy crudas y las
bajas elevadísimas.
Soldados británicos en las trincheras, durante
la batalla del Somme, 1916.
En otoño de 1915 el general Joseph Joffre
intentó una ofensiva, con apoyo inglés, que concluyó en un gigantesco fracaso.
Después de este éxito defensivo, a finales de año, el general Von Falkenhayn,
Jefe de Estado Mayor, propuso al Kaiser su proyecto de atacar Verdún. Plaza
fuerte e impenetrable según la propaganda francesa, pero que estaba en posición
delicada por no poseer un camino o vía férrea para su reavituallamiento. Los
alemanes esperaban que su caída debilitaría la moral de los soldados franceses.
El 21 de febrero de 1916, el ataque se inició con la artillería bombardeando
violentamente las posiciones aliadas. Los alemanes avanzaron poco, pero las
pérdidas francesas fueron enormes. El 25 de febrero, el general Langle de Cary
decidió abandonar la ciudad, pero el mando francés no estaba dispuesto a perder
Verdún y nombró en su lugar a Philippe Pétain, quien organizó una serie de
violentos contraataques.
El 1 de julio, los británicos desataron una
gran lucha paralela en la batalla del Somme, a fin de dividir las tropas
alemanas y reducir la presión sobre Francia. Los alemanes retrocedieron escasos
kilómetros, pero en orden. Al final, el frente casi no se modificó ni en Verdún
ni en el Somme, pese a los centenares de miles de bajas.
En un esfuerzo por romper este callejón sin
salida, este frente presenció la introducción de nuevas tecnologías militares,
incluyendo el gas venenoso y los tanques. Pero sólo tras la adopción de mejoras
tácticas se recuperó cierto grado de movilidad.
A pesar del estancamiento de este frente, este
escenario resultó decisivo. El avance inexorable de los ejércitos aliados en
1918 convenció a los comandantes alemanes de que la derrota era inevitable, y
el gobierno se vio obligado a negociar las condiciones de un armisticio.
Frente oriental
Artículo principal: Frente Oriental (Primera
Guerra Mundial)
Prisioneros austríacos en manos rusas, en
Karelia, 1915.
La estrategia de guerra alemana funcionó
contra Rusia. El ejército ruso contaba con 8 millones de hombres en 1914, pero
estaba compuesto principalmente por campesinos sin ninguna formación militar,
mal armados y equipados. El mando ruso era también mediocre. Los dos ejércitos
se enfrentaron en la Batalla de Tannenberg (Prusia Oriental) del 26 al 30 de
agosto de 1914, y en la batalla de los lagos Masurianos del 6 al 15 de
septiembre de 1914. Los rusos sufrieron grandes derrotas en los dos casos y
fueron obligados a replegarse. Los comandantes alemanes en esta exitosa campaña
defensiva fueron Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff.
Austria-Hungría, en cambio, no pudo repeler la
invasión de Galitzia. En junio de 1916 tiene éxito una ofensiva rusa, dirigida
por el general Alexéi Alexéievich Brusílov, que se interna en las líneas
austrohúngaras. Regimientos enteros se pasaron a las filas rusas, demostrando
la fragilidad del Imperio austrohúngaro. Motivada por esta circunstancia,
Rumanía declara la guerra a los Imperios Centrales, pero es fácilmente
derrotada y ocupada por los alemanes, lo que compromete aún más la posición
rusa. El Imperio de los Romanov no volvería a intentar ninguna ofensiva de
relevancia en el resto de la contienda.
Alemania pasó a la ofensiva y conquistó el
golfo de Riga, destruyendo o capturando a buena parte de los contingentes
rusos. El frente oriental estuvo en constante movimiento y no conoció la guerra
de trincheras. La caballería jugó aún cierto papel en esta guerra de
movimientos.
Otros frentes
Evolución de las alianzas en la Primera Guerra
Mundial:
Entente
Colonia, dominio y/o territorios ocupados por la Entente
Potencias centrales
Territorio ocupado por las potencias centrales o sus colonias
Neutral
Si bien los principales esfuerzos de los
beligerantes se concentraron en los frentes occidental y oriental, la guerra se
libró con mayor o menor intensidad en distintas partes del globo. Se combatió
en los Balcanes, en los Dardanelos, en Oriente Medio, en el Cáucaso, en los
Alpes italianos, en África, en Extremo Oriente, en el Pacífico y en el
Atlántico.
Frente balcánico
Artículo principal: Frente Balcánico (Primera
Guerra Mundial)
En la región de los Balcanes, tuvieron lugar
una serie de campañas militares entre las Potencias Centrales (Austria-Hungría,
Alemania, el Imperio Otomano y Bulgaria) por un lado y los aliados (Serbia,
Montenegro, Rusia, Francia, Reino Unido y más tarde Rumanía y Grecia), por
otro. En este teatro de operaciones la guerra comenzó con la invasión
austro-húngara a Serbia en 1914, que acabó con la conquista de Serbia y
Montenegro a fines de 1915. Las fuerzas serbias fueron atacadas desde el norte
y el este y se vieron obligadas a retirarse del país, sin embargo, el ejército
serbio se mantuvo operativo, aunque emplazado en Grecia.
Cañones serbios capturados por los austríacos.
En el otoño de 1915, los aliados intentaron ir
en ayuda de los serbios, por medio de una expedición franco-británica que se
estableció en el puerto de Salónica, en Grecia. El plan aliado consistía en
socorrer a los serbios desde el sur, abriendo un frente en Macedonia. La
expedición llegó demasiado tarde y con insuficiente fuerza para evitar la caída
de Serbia, y se vio complicada por la crisis política interna en Grecia. No
obstante, se logró mantener estable el frente macedonio, desde la costa
albanesa al río Estrimón, en Bulgaria, hasta 1918.
En 1916 Rumanía entra en guerra contra las
Potencias Centrales, pero esta decisión resultó desastrosa para los rumanos.
Poco después de la declaración de guerra rumana, una ofensiva combinada entre
los alemanes, austro-húngaros, búlgaros y otomanos conquistó dos tercios del
país en una rápida campaña que finalizó en diciembre de 1916. Sin embargo, los
ejércitos ruso y rumano consiguieron estabilizar el frente y mantenerlo en
Moldavia. En 1917, Grecia entró en la guerra del lado aliado, y en septiembre
de 1918 se produjo la gran ofensiva aliada de una fuerza multinacional
acantonada en el norte de Grecia, que dio lugar a la capitulación de Bulgaria y
a la liberación de Serbia.
Frente de Oriente Medio
Artillería británica en Galípoli.
Artículo principal: Frente del Oriente Medio
(Primera Guerra Mundial)
Véase también: Batalla de Galípoli
Los Aliados contaban con la debilidad del
Imperio otomano para abrir una vía directa y apoyar a sus aliados rusos. La
campaña de los Dardanelos fue iniciada por los ingleses, a sugerencia de
Winston Churchill, para controlar el estrecho de los Dardanelos, lo que
permitiría a Francia y al Imperio británico revitalizar a Rusia, neutralizar al
Imperio otomano y encerrar a los imperios centrales. El ambicioso proyecto
comenzó con el despliegue de una imponente flota inglesa y el desembarco de
tropas en Galípoli, pero los otomanos, mandados por Mustafa Kemal Atatürk, se
defendieron con una eficacia inesperada. Los aliados no consiguieron penetrar
en el Imperio otomano y fracasaron en las sucesivas ofensivas. La operación fue
un sangriento desastre, convirtiéndose en una nueva batalla de trincheras (para
colmo, esta vez con el mar a espaldas de los Aliados). Después de unos meses de
inútiles tentativas, el mando inglés decidió evacuar Galípoli y dirigir su
cuerpo expedicionario a Salónica, Grecia. Este ejército sostendría enseguida a
los serbios que no se rindieron. Ante todo, se mantuvo a la espera de nuevas
oportunidades, como convencer a Grecia de entrar en la guerra.
Durante todo el conflicto, los británicos
fomentaron el sublevamiento de las tribus árabes para perturbar a los otomanos.
En esta misión destacó el célebre oficial T. E. Lawrence, Lawrence de Arabia.
La Declaración Balfour propuso el establecimiento de un Estado judío en
Palestina, para motivar a los judíos estadounidenses a que apoyaran el ingreso
de ese país en la guerra. En 1916 los británicos atacaron Palestina, cuyo
control mantendrían hasta 1948.
Frente Italiano
Artículo principal: Frente Italiano (Primera
Guerra Mundial)
En 1915, Italia se une a los Aliados y ataca a
Austria. Sin embargo, una larga serie de ofensivas sobre el río Isonzo fracasa.
En 1917, son los austro-húngaros, reforzados por tropas alemanas, los que baten
duramente a los italianos en Caporetto. Este desastre casi saca a Italia de la
guerra, pero el frente se estabiliza sobre el río Piave.
La guerra en África
Artículo principal: Frente africano (Primera
Guerra Mundial)
En África, británicos y franceses atacaron
desde todos los frentes a las colonias alemanas, rodeadas por sus posesiones.
Las fuerzas germanas en Togolandia y Camerún se rindieron rápidamente a las
tropas anglo-francesas, mientras que la colonia de África del Sudoeste Alemana
fue invadida por el ejército sudafricano y ocupada totalmente en 1915 (véase:
Campaña de África del Sudoeste). Sólo la colonia de Tanganica, bajo la
dirección del general Paul von Lettow-Vorbeck, resistió bajo dominio alemán
hasta el final de la contienda.
La guerra en el Extremo Oriente y el Pacífico
Artillería japonesa durante el ataque a las
fuerzas alemanas de Tsing Tau, en 1914.
Tras el estallido de la guerra, el Imperio
japonés envió un ultimátum a Alemania, solicitándole la evacuación de Jiaozhou
(noreste de China). Alemania se negó a cumplirlo, por lo que Japón entró en la
guerra del lado de los aliados el 23 de agosto de 1914. Las tropas japonesas
ocuparon las posesiones alemanas en las islas Carolinas y Marianas. En 1915,
Japón presentó las Veintiuna exigencias a China que obligaban a China a no
alquilar ni ceder ningún territorio frente a Taiwán a ningún país, excepto a
Japón. En 1919, China cedió los derechos comerciales de Mongolia Interior y
Manchuria a Japón.
Mientras tanto, en el Pacífico también hubo
movimientos aunque no batallas de importancia. Las tropas australianas
estacionadas en Papúa ocuparon sin problemas la Nueva Guinea Alemana, mientras
que Japón y Nueva Zelanda dirigieron ataques contra las bases alemanas en las
Islas Marianas. El puerto chino de Qingdao, principal base alemana en Extremo
Oriente, fue ocupado por los japoneses.
Como resultado del acuerdo de paz de la guerra
mundial, Japón recibió las islas del Pacífico que había ocupado.
La guerra en el mar
Véase también: Categoría:Batallas navales en
la Primera Guerra Mundial
La Gran Flota Británica en la Batalla de
Jutlandia.
La guerra naval en la Primera Guerra Mundial
se caracterizó por los esfuerzos de los Aliados, especialmente Gran Bretaña, de
imponer un bloqueo marítimo a los Imperios Centrales, utilizando sus grandes
flotas navales; y por el empeño de estos de romper el bloqueo o establecer
ellos mismos uno efectivo hacia el Reino Unido y Francia. Los alemanes, que
contaban con una importante flota de submarinos, intentaron imponer un bloqueo
completo a estas potencias ya nombradas, interceptar el apoyo de sus colonias y
romper las rutas de aprovisionamiento entre América (carne de Argentina,
armamento estadounidense) y Europa.
El mar del Norte y el canal de la Mancha
fueron los principales teatros de operaciones de la guerra en el mar. En ellos
se enfrentaron la Gran Flota británica y la Flota de Alta Mar alemana, que
protagonizaron tres grandes batallas. En agosto de 1914 se encontraron en la
batalla de Heligoland, en enero de 1915 en la batalla del Banco Dogger, ambas a
favor del Reino Unido. A mediados de 1916 ambas flotas se encontraron en pleno
frente a la península de Jutlandia. En la batalla de Jutlandia los alemanes,
dirigidos por los almirantes Reinhard Scheer y Franz von Hipper, tenían como
objetivo impedir el abastecimiento británico desde Noruega. La batalla comenzó
el 31 de mayo, y fue el mayor combate naval registrado durante la guerra. No
hubo un total ganador, ya que la Marina Real Británica, bajo mando de los
almirantes John Jellicoe y David Beatty, perdió más hombres y naves, pero los
alemanes no pudieron romper el bloqueo y tuvieron más buques dañados.25
Además la guerra en el mar se disputó en otros
escenarios. En el Atlántico la actividad alemana se caracterizó por la guerra
submarina. En el Mediterráneo, las flotas aliadas (británica, francesa e
italiana) se enfrentaron a la Armada Austro-Húngara en el Adriático, siendo el
mayor enfrentamiento la batalla del canal de Otranto en 1917;26 y a la Armada
Otomana durante la campaña de los Dardanelos. En el océano Pacífico se
enfrentaron el Escuadrón Alemán del Lejano Oriente, comandado por el almirante
Graf von Spee, con el 4° Escuadrón de la Real Marina Británica, la Real Marina
Australiana y algunas unidades de la Marina Imperial Rusa y de la Armada
Francesa. Las principales batallas de este teatro de operaciones fueron la
batalla de Coronel y la batalla de las Malvinas.
El epílogo a la contienda naval, lo puso el
hundimiento de la flota alemana bajo el mando de Ludwig von Reuter por sus
propios tripulantes mientras se encontraba internada en Scapa Flow, para evitar
que la Flota de Alta Mar fuera repartida entre los aliados.
Telegrama Zimmermann
Artículo principal: Telegrama Zimmermann
El Telegrama Zimmermann.
El 16 de enero de 1917, el ministro alemán del
Exterior, Arthur Zimmermann, envió un telegrama al embajador en México,
Heinrich von Eckardt, con indicaciones precisas para convencer al presidente
Venustiano Carranza, de que México entrase a la guerra del lado de los Imperios
Centrales. A cambio, el telegrama prometía a México la restitución de los
territorios anexionados por Estados Unidos en la guerra de 1847-1848 por el
Tratado de Guadalupe-Hidalgo. Dicho telegrama también sugería que el presidente
Carranza se comunicase con Tokio para llegar a un acuerdo que hiciera que el
Imperio japonés se pasase al lado alemán. El telegrama fue interceptado por
fuerzas de inteligencia británicas, lo que provocó la entrada de Estados Unidos
en la guerra. Carranza no aceptó la oferta, puesto que México estaba inmerso en
la Revolución mexicana y no se encontraba en condiciones económicas adecuadas.
Además, el mandatario se encontraba preocupado por la Expedición Punitiva
estadounidense. México no sólo no entró en la guerra, sino que envió a
Francisco León de la Barra como alto comisionado mexicano de la Paz.
1917: el giro de la guerra
Soldados de Estados Unidos durante la batalla
de St. Mihiel, en Francia.
Véase también: Revolución rusa de 1917
En 1917, el Estado Mayor alemán tomó la
decisión de aguantar a los Aliados en el Oeste y hundir de una vez a las
desalentadas tropas zaristas, luego de la victoria táctica de los británicos en
Arras. Los franceses, tras el fracaso total de su ofensiva de Chemin des Dames,
no son capaces de retomar la iniciativa y se limitan a resistir. El 7 de junio
los británicos lanzan una ofensiva en Flandes, pero no consiguen romper el
frente. El conflicto se estanca y el desaliento cunde en la retaguardia. La
población civil padece restricciones, sobre todo en Alemania, bloqueada por los
aliados.
En abril de 1917 los Estados Unidos le
declararon la guerra a los imperios centrales, lo que le dio a la contienda el
carácter mundial. No obstante, sus efectos no se sentirían sino hasta 1918. El
hecho que motivó el ingreso de Estados Unidos en la guerra fue el hundimiento
del Lusitania el 7 de mayo de 1915, donde murieron 123 estadounidenses, por un
submarino alemán. Este hecho provocó un fuerte rechazo en Estados Unidos, que
se preparó para entrar oficialmente en guerra al lado de los aliados.
En febrero de 1917 estalla la Revolución Rusa,
la cual obligó a abdicar al zar Nicolás II, quedando el país bajo el mando de
Aleksandr Kérenski, quien continuó en guerra contra Alemania. Sin embargo en
noviembre estallaría la revolución bolchevique, que depuso al gobierno de
Kérenski. Este clima de inestabilidad permitió a los alemanes avanzar
considerablemente en ese país.
Tropas revolucionarias rusas en marzo de 1917.
Los bolcheviques tomaron el control total y
firmaron el armisticio con los imperios centrales en diciembre, después de la
Paz de Brest-Litovsk (negociada por León Trotsky) en marzo de 1918. Para
obtenerla consintieron enormes sacrificios económicos y territoriales. Además,
Alemania ocupó Polonia, Ucrania, Finlandia, los países bálticos y parte de
Bielorrusia. El Reich aprovechó esta victoria para enviar casi todo su ejército
oriental al frente occidental e intentar obtener una victoria rápida antes de
la llegada masiva de los estadounidenses. Era su baza definitiva, ya que
Austria-Hungría, Bulgaria y el Imperio otomano daban muestras de desaliento
ante las mayores reservas financieras y de hombres de los Aliados.
Finalmente el 17 de julio de 1918 el Zar
Nicolás II fue asesinado con toda su familia en Ekaterimburgo, por temor a que
el avance de la Legión Checoslovaca hacia la ciudad, pudiera liberar al Zar. La
revolución rusa, en particular luego del tratado de Brest-Litovsk, dio paso a
una guerra civil, que se extendió hasta 1923, provocada por el levantamiento de
grupos anti bolcheviques dentro y fuera de Rusia, que se organizaron para
actuar contra el nuevo régimen.
Fin de la guerra
Reforzados por las tropas provenientes del
frente este, los alemanes ponen todas sus fuerzas en su última ofensiva,
nombrada por el General de Infantería Erich Ludendorff como Kaiserschlacht
(nombre clave Michael), a partir de marzo de 1918, sobre el río Somme, en
Flandes y en Champaña. Esta comenzó el 21 de marzo y se extendió hasta el 5 de
abril, aunque con el final de esta los alemanes continuaron con una serie de
cuatro ofensivas hasta el 17 de junio. Pero, mal alimentadas y cansadas, las
tropas alemanas no pudieron resistir la contraofensiva de Foch y fallan frente
al objetivo final: París, quedando a 120 km de la capital gala. El General Foch
comanda sus tropas francesas y estadounidenses hacia la victoria, en la segunda
batalla del Marne. Los primeros tanques británicos entraron en combate y la
superioridad aérea aliada era evidente.
Es el principio del fin para los Imperios
Centrales. En los Balcanes, las tropas francesas atacan las líneas búlgaras en
Macedonia. Después de pocos días de lucha, Bulgaria comprende que no puede
hacerles frente y pide el armisticio. El Imperio otomano está al límite de sus
fuerzas y no puede contener a los británicos que han tomado ya Jerusalén y
Bagdad y avanzan hacia Anatolia. Franceses y británicos ocupan el Oriente
Próximo e Irak y el Imperio otomano también se rinde.
El duelo entre italianos y austríacos está
asimismo por resolverse. El General Díaz se ve presionado por su gobierno, que
necesita de una victoria en el frente alpino para poder negociar. Los italianos
derrotan a Austria-Hungría en Vittorio Veneto. Este hecho se suma al descalabro
del ejército imperial en los Balcanes, y la monarquía de los Habsburgo se
hunde.
Ferdinand Foch, segundo por la derecha, posa
frente al vagón en Compiègne tras la firma del armisticio. Ese mismo vagón de
tren fue el lugar elegido por Adolf Hitler para la simbólica firma de la
rendición francesa en junio de 1940.27
El Reich está en una situación desesperada: se
ha quedado sin aliados, su población civil sufre draconianas restricciones, su
ejército está al límite, sin reservas y desmoralizado. Ludendorff y Hindenburg
son partidarios de la capitulación inmediata, pues creen que el frente se
derrumbará en cualquier momento. En efecto, tropas estadounidenses de repuesto
no paran de desembarcar e incluso Italia se prepara para enviar un contingente
a Francia. El 8 de agosto un ataque aliado cerca de Amiens tiene éxito y rompe
el frente alemán; los aliados penetran en Bélgica. El Alto Mando pide al brazo
político iniciar inmediatamente negociaciones de paz. Cunde la convicción de
que la guerra está perdida. Wilson proclama que Estados Unidos sólo negociará
con un gobierno alemán democrático. Los Hohenzollern tienen los días contados.
Tras una revolución obrera en Berlín, el Káiser huye a Holanda. El gobierno de
la nueva República alemana firma el armisticio de Compiègne el 11 de noviembre
de 1918. La guerra termina con la victoria de los Aliados.
Tratados de paz
Tras el conflicto, se firmaron varios tratados
de paz por separado entre cada uno de los vencidos y todos los vencedores, con
excepción de Rusia, que había abandonado la guerra en 1917. Al conjunto de
estos tratados se le conoce como La Paz de París (1919-1920).
Versalles: Firmado el 28 de junio de 1919
entre los aliados y Alemania. El antiguo territorio del Imperio alemán fue
cortado en dos por el Corredor polaco, desmilitarizado, confiscadas sus
colonias, supervisado, condenado a pagar enormes compensaciones —que terminó de
satisfacer casi un siglo después, en 2010—28 y tratado como responsable del
conflicto. Este tratado produjo gran amargura entre los alemanes y fue la
semilla inicial para el próximo conflicto mundial. Con este tratado también fue
creada la Sociedad de Naciones.
Saint-Germain-en-Laye: Firmado el 10 de
septiembre de 1919 entre los aliados y Austria-Hungría. En este tratado se
establecía el desmembramiento de la antigua monarquía de los Habsburgo, el
Imperio austrohúngaro, y Austria quedó limitada a algunas zonas en las que se
hablaba solamente el alemán.
Sèvres: Firmado el 10 de agosto de 1920 entre
el Imperio otomano y los aliados (a excepción de Rusia y Estados Unidos). El
Tratado dejaba a los otomanos sin la mayor parte de sus antiguas posesiones,
limitando sus territorios a Constantinopla y parte de Asia Menor.
Trianon: Acuerdo impuesto a Hungría el 4 de
junio de 1920 por los aliados, en el que se dictaminó la entrega de territorios
a Checoslovaquia, Rumania y Yugoslavia.
Neuilly: Firmado el 27 de noviembre de 1919 en
Neuilly-sur-Seine (Francia) entre Bulgaria y las potencias vencedoras. De
acuerdo con lo estipulado en el tratado, Bulgaria reconocía el nuevo Reino de
Yugoslavia, pagaba 400 millones de dólares en concepto de indemnización y
reducía su ejército a 20.000 efectivos. Además, perdía una franja de terreno
occidental en favor de Yugoslavia y cedía Tracia occidental a Grecia, por lo
que quedaba sin acceso al mar Egeo.
Aspectos económicos
La primera guerra mundial fue la primera que
exigió a los gobiernos intervenir en la economía para lograr resolver
cuestiones de envergadura relacionadas con la disponibilidad de los factores de
producción y la necesidad de distribuirlos en un escenario caracterizado por
deudas crecientes y diversificadas y por restricciones a la importación.
Producción: El accionar del Estado en relación
a los procesos productivos se limitó al control de los mismos sin afectar los
principios de la libre empresa. El principal problema para la producción fue el
factor trabajo ya que la mano de obra estaba reclutada. En consecuencia, las
potencias en guerra recurrieron al trabajo femenino. En el sector agrario se
incentivó la producción por todos los medios. Por ejemplo, Alemania obligó a
cultivar las tierras comunales e Inglaterra estableció multas al terreno
baldío. La producción industrial también experimentó un importante crecimiento
sobre todo la industria metalúrgica para la fabricación de armamento y la
textil para la confección de uniformes.
Distribución e intercambios: Los problemas de
distribución de materias primas y alimentos se fueron agudizando a medida que
transcurría la guerra. Los bloqueos comerciales por parte de ambos bandos
obligaron a cambiar las rutas de comercio con un correspondiente aumento de los
fletes. A su vez, una economía de guerra obligó a las autoridades a fijar cupos
de importación, fijar precios y crear organismos de distribución de alimentos.
Hasta Inglaterra, quien había mantenido el libre comercio durante la crisis de
1873, debió realizar medidas proteccionistas como derechos arancelarios. Por
otro lado, los problemas de transporte interno fueron serios, por ejemplo, el
Estado alemán subordinó a las empresas ferroviarias para organizar la
circulación.
Financiamiento: El conflicto armado significó
para los Estados involucrados en él un aumento del gasto público lo que
provocaba inflación. Las posibilidades de financiamiento de la guerra eran
tres: emitir moneda, recaudar más impuestos y a través de empréstitos internos.
Una cuarta opción era la financiación externa en el caso de Gran Bretaña y sus
aliados. Alemania tenía la idea de que al final de una guerra victoriosa, los
vencidos pagarían los costos. Por eso, en su mayoría, recurrió a empréstitos
internos para financiarse. Francia compartía la misma noción de Alemania y
pensaba que los vencidos pagarían los costos de guerra. Recurrió en gran medida
al crédito exterior, emisión de bonos y empréstitos de guerra. Inglaterra por
su parte, logró la autorización para emitir moneda de los límites establecidos
por ley; aunque la mayor financiación la obtuvo a partir de reformas
impositivas. Con respecto a la financiación exterior, Gran Bretaña inicialmente
era el banquero de sus aliados debido a su posición privilegiada. A medida que
avanzó el conflicto, encontró cada vez más dificultades para desempeñar ese
papel por lo que empezó a recibir dinero de Estados Unidos. En consecuencia, el
papel de gran acreedor pasó a manos de EE. UU.
Empresas: Las empresas beneficiadas con la
guerra fueron una serie de nuevas industrias que proveían bienes y servicios al
ejército. El crecimiento de la demanda bélica favoreció a su vez el
perfeccionamiento de las técnicas de organización científica del trabajo,
concentrándose el fenómeno de estandarización. A partir de ella, la fabricación
de un gran número de artículos se redujo a un corto número de tipos
normalizados para ser producidos en serie. Por otro lado, la guerra modificó de
manera profunda las relaciones entre gobierno, ciencia e industria. El Estado
asumió la responsabilidad directa en la orientación de la actividad científica
y la aplicación de esta en la industria. La guerra constituyó una etapa más en
el proceso de concentración económica. La posición privilegiada que ostentaban
las grandes empresas ya antes del conflicto les permitió ser beneficiarias
preferenciales de los contratos estatales destinados al aprovisionamiento de
las tropas, así también como créditos más baratos.
El resto del mundo: La guerra fue un
importante factor en la expansión económica de algunos países situados fuera
del escenario principal de los acontecimientos. Se abrieron perspectivas de
exportación para cubrir una demanda distorsionada que permitía vender a precios
altos, alimentos, materias primas, y productos industriales. Estados Unidos, al
ser el único país industrializado fuera de Europa, abasteció la demanda de los
que peleaban, de los países que antes compraban a Europa y de sus propias
necesidades desde que entró en guerra en 1917. En América Latina, la guerra
favoreció la expansión de la exportación de materias primas y alimentos que
constituían la base de su participación en el mercado mundial. Por otro lado,
el vacío generado por el retiro de capitales británicos en la región, permitió
la posición de capitales privados estadounidenses. Japón, si bien estaba en
guerra, su participación fue escasa, por lo que la actividad económica apenas
se vio afectada. La base de la expansión japonesa fue la exportación de
productos industriales hacia los mercados asiáticos abandonados por los
europeos.
Consecuencias
Balance de las víctimas mortales
Soldados
Aliados
Imperio Británico 908.371
Australia 60.000
Canadá 55.000
India 25.000
Nueva Zelanda 16.000
Sudáfrica 7.000
Reino Unido 715.000
Francia 1.240.000
Colonias francesas 114.000
Bélgica 13.716
Estados Unidos 50.600
Grecia 5.000
Italia 650.000
Japón 300
Portugal 7.234
Rumania 335.706
Rusia 1.700.000
Serbia 45.000
Potencias centrales
Alemania 1.773.700
Austria-Hungría 1.200.000
Bulgaria 87.500
Turquía 325.000
Civiles
Alemania 760.000
Austria-Hungría 300.000
Bélgica 30.000
Gran Bretaña 31.000
Bulgaria 275.000
Francia 40.000
Grecia 132.000
Rumania 275.000
Rusia 10.000.000
Serbia 650.000
Turquía 1.000.000
Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que
murieron más de 1 de cada 8, un promedio de 6 046 hombres muertos cada día en
los cuatro años que duró la guerra.29 A consecuencia de esta guerra cayeron
cuatro imperios -el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano- y tres
grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov. Confirmaba el
final del Absolutismo Monárquico en Europa. Se calcula que la guerra produjo
aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de discapacitados.
Francia fue el país más afectado proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y
desaparecidos, equivalentes a un 10% de la población activa masculina,
acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento demográfico francés
se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer con la
inmigración. El norte francés estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas,
fábricas, etc.
En el plano político, cuatro imperios
autoritarios se derrumbaron, lo que transformó profundamente el mapa de Europa,
rediseñado por el tratado de paz de 1919:
el Imperio del zar quedó transformado en la
Rusia comunista (más tarde la URSS),
el Imperio otomano se disolvió dando paso a
Turquía (península de Anatolia y Constantinopla),
el Imperio austrohúngaro fue disuelto dando
paso a los Estados de Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia como nuevos
países independientes,
el Imperio alemán finalizó y fue reemplazado
por la República de Weimar, que gobernaría sobre una Alemania mermada
territorial y económicamente por el pago de las reparaciones de guerra.
Nuevo equilibrio político mundial. Aunque las
colonias suministraron víveres, materias primas y combatientes a sus
metrópolis, tras la guerra los pueblos coloniales empezaron a cuestionar sus
lazos con la metrópoli y reclamaron una mejora de su situación. Esto, sumado al
progreso del nacionalismo en el seno de las colonias.30 constituirían el
proceso de descolonización que iniciaría tras la Guerra y que concluiría con la
independencia de varios Estados actuales, luego de la Segunda Guerra Mundial. A
este primer declive de la influencia de Europa en las colonias, se sumó la
expansión de Estados Unidos, el mayor beneficiado de la guerra junto con Japón,
que reconsideraría su aislamiento de los asuntos mundiales, y que junto con el
Imperio japonés tendrían un lugar destacado en la escena internacional.
Transformación social. Las diferencias
sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los mercaderes de armas y el
empobrecimiento de los pequeños ahorradores, los retirados y los asalariados
afectados por la inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la
sociedad y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las
fábricas, las oficinas, las escuelas (para compensar la marcha de numerosos
profesores). El feminismo progresaba, el derecho a voto fue acordado en Gran
Bretaña, Alemania, Estados Unidos, Turquía y Rusia, pero no en Francia. Los
cambios sociales estarán estrechamente ligados a la lucha política que
emprenderán el Liberalismo, el Comunismo, y el Fascismo a lo largo del siglo
XX.
El Tank inglés, primer carro de combate
propulsado con motores y dotado de tracción sobre cremallera y armado con
artillería y ametralladoras, fue diseñado especialmente para atravesar las
alambradas de púas y las trincheras bajo el fuego de las ametralladoras y
granadas oponentes. Fue el primer tanque de la Primera Guerra Mundial y el
primer tanque de la historia.
Consecuencias tecnológicas. La contienda
reveló la maquinaria de terror paradójicamente surgida de los avances y
progreso de la ciencia y la tecnología. El intenso desarrollo de los
instrumentos y técnicas de guerra (vgr.: telegrafía sin hilos que fue directa
antecesora de la radiodifusión, fusiles de repetición, ametralladoras, gases
venenosos dando origen a la guerra biológica y química, vehículos de combate
como los tanques, dirigibles, primeros aviones de guerra, uso masivo de
submarinos de guerra dotados de torpedos y acorazados totalmente de acero con
modernos motores como el motor Diesel y poderosísimos cañones de largo alcance
balístico, también se usaron aunque en pequeña escala cohetes tierra-tierra que
actualmente serían de muy limitado alcance) modificarían la ciencia militar
cuyas prácticas datan de varios siglos atrás de conflictos humanos. La
artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de
corrección. El transporte motorizado se generalizó y volvió obsoleta la
artillería impulsada por personas o animales de tiro; el caballo dejó de ser
útil como instrumento militar, si bien siguió utilizándose en la Segunda Guerra
Mundial en las largas líneas de abastecimiento. Igualmente supuso cambios en la
estrategia militar donde en adelante sería necesario el sigilo y el escondite
de las tropas para poder combatir, modificando la vestimenta de los soldados
con tal fin.
También se revelaría el grave daño que
padecería la población civil producto de los bombardeos a las ciudades y otros
daños colaterales; la población civil y no beligerante se transformarían en
nuevas víctimas visibles y objetivos militares de la nueva forma de hacer la
guerra que reveló la Primera Guerra Mundial, producto de la masificación de los
ataques no convencionales por un armamento mucho más destructivo y de mayor
alcance.
Consecuencias políticas en Alemania. Los cinco
tratados tras la guerra, principalmente el suscrito en Versalles, ocasionaron
un ambiente de opresión hacia los vencidos. La nueva Alemania republicana
sufrió las consecuencias del Imperio alemán y su economía fue explotada por los
vencedores. Así surgieron tesis tanto izquierdistas como derechistas para
acabar con esta situación. Los golpes contra el sistema comenzaron cuando, en
1921, milicias comunistas se levantaron en Múnich. La revuelta fue sofocada.
Adolf Hitler culpaba a los marxistas alemanes de la rendición alemana, alegando
como pruebas la constitución progresista de Weimar y el armisticio a
continuación. Cuando Hitler aún seguía en las trincheras, los militares
alemanes convencían a la población civil de que la guerra podía ser ganada,
mientras que confesaban a los políticos que la rendición era ineludible. Pero
Hitler sostuvo esta tesis en el Partido Nacional Socialista Alemán de los
Trabajadores y, con ella, dirigió el denominado Putsch de Múnich de 1923 contra
la sede del gobierno. El golpe militar fue aplastado y Hitler recluido en
prisión durante ocho meses. Sin embargo, el 30 de enero de 1933 Hitler fue
nombrado canciller por el presidente Paul von Hindenburg, y el 5 de marzo de
1933 obtuvo el 43,91% de los votos en las elecciones, con lo que obtuvo la
mayoría del Reichtag.
Véase también: Consecuencias económicas de la
Primera Guerra Mundial
Testimonios, literatura y filmografía
En sus Memorias de mi vida el mariscal Paul
von Hindenburg considera que Alemania no perdió la guerra por causas militares.
En 2001 se publicó la biografía de Mata Hari de Russell Warren Howe. Roger
Vercel publicó una famosa serie de novelas sobre el Capitán Conan que dio lugar
a la película homónima de Bertrand Tavernier; también fue llevada al cine El
pabellón de los oficiales de Marc Dugail por François Dupeyron. Han tratado el
tema Derek Robinson, Alexander Fullerton y Anne Perry. Jan Morris elaboró una
biografía del almirante Fisher, Peter Kilduff una nueva del Barón Rojo; hay
ensayos sobre la guerra aérea (Aces falling, de Peter Hart, o On a wing and a
prayer de Joshua Levine. En Tolkien and the Great War (Harper Collins, 2003) se
rastrea en las imágenes que vio el autor en las trincheras los paisajes
desolados de Mordor (la salvación de Minas Tirith por un ejército de muertos la
habría inspirado un texto de Siegfried Sassoon).
Muchos poetas ingleses escribieron sobre esta
traumática experiencia. Her Privates We, de Frederic Manning, fue aplaudida por
Hemingway, T. S. Eliot y T. E. Lawrence. La marcha Radetzky, de Joseph Roth,
retrata el fin del imperio austrohúngaro; satírica es la visión del clásico
checo Las aventuras del buen soldado Svejk, de Jaroslav Hašek. Son clásicos del
pacifismo Sin novedad en el frente, de Erich María Remarque y Johnny cogió su
fusil, de Dalton Trumbo; también es clásica Adiós a las armas, de Hemingway y
El final del desfile de Ford Madox Ford.
Otros grandes clásicos imprescindibles del
conflicto son Adiós a todo eso, memorias de Robert Graves (Muchnik, 2000); Los
Siete Pilares de la Sabiduría de T. H. Lawrence, Tempestades de acero, de Ernst
Jünger y El miedo, de Gabriel Chevallier (1895-1969).
En el cine destacan Senderos de gloria, de
Stanley Kubrick, basada en una novela de Humphrey Cobb inspirada en hechos reales;
La gran ilusión, de Jean Renoir; Sargento York, de Howard Hawks; Sin novedad en
el frente en su varias versiones; Rey y patria, de Joseph Losey; El gran
desfile, de King Vidor; Gallipoli, de Peter Weir; Capitán Conan, El pabellón de
los oficiales y Lawrence de Arabia. La última película realizada sería Caballo
de batalla (War Horse) de Steven Spielberg, basada en la novela homónima de
Michael Morpugo. En cuanto a filmes sobre aviación, están desde Alas o Águilas
azules y Fly boys (2006).
En cuanto al campo musical la principal
aportación de la Gran Guerra a la cultura popular del siglo XX fue la célebre
canción Lili Marleen compuesta por el joven soldado alemán Hans Leip en 1915,
mientras cumplía servicio en el frente ruso. Escrita inicialmente en forma de
poesía, su melancólica letra estaba dedicada a una novia imaginaria, fruto de
la combinación de su auténtica novia Lilí, hija del dueño de los ultramarinos
de su ciudad natal, con una enigmática Marleen, cuya identidad ha sido
atribuida a la novia de algún amigo de Leip, o a una enfermera que éste conoció
por aquellas fechas, mientras servía en la guerra. En el poema el joven soldado
se despedía de esta novia idealizada en la puerta de su cuartel, bajo la
onírica luz de un farol.
Leip sobrevivió a la guerra, y milagrosamente
también muchos de los poemas que escribió durante su tiempo de servicio. Años
después, cuando Leip se había convertido en un reputado novelista y dramaturgo,
los poemas de su época de juventud fueron publicados en una colección que vio
la luz en 1937. Uno de ellos, el que llevaba el nombre de Das Lied eines jungen
Soldaten auf der Wacht ('La canción de un joven soldado de guardia') llamó la
atención del compositor Norbert Schulze que decidió musicalizarlo con el nombre
Das Mädchen unter der Laterne ('La chica bajo la farola') y no con el que ha
pasado a la historia. Para esto hubo que esperar a 1939, cuando fue estrenada
por la conocida cantante alemana Lale Andersen ya con el nombre de Lili
Marleen. Durante los años siguientes alcanzó una inmensa popularidad entre los
soldados de ambos bandos de la Segunda Guerra Mundial, y aún después de ésta su
fama siguió creciendo hasta llegar a ser considerada como una de las canciones
más influyentes del siglo XX.
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