La batalla de las islas Malvinas fue un
combate naval librado el 8 de diciembre de 1914, a principios de la Primera
Guerra Mundial, entre la escuadra alemana victoriosa en la anterior batalla de
Coronel, frente a las costas de Chile, y una escuadra británica fondeada en
Puerto Stanley, en las islas Malvinas. El combate terminó con victoria
británica y, destruida la flota alemana y muerto su mejor comandante, el conde
Maximilian von Spee, el resultado decantó la campaña de ultramar del lado de
los Aliados.
Índice
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1 Antecedentes
2 La batalla
2.1 Inicio
2.2 Hundimiento de los acorazados alemanes
2.3 Masacre del Leipzig
2.4 Hundimiento del Nürnberg y final de la
batalla
3 Películas
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
Antecedentes[editar]
El SMS Scharnhorst, buque insignia de von
Spee.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, la
escuadra alemana contaba con poco más que una docena de buques de guerra en
ultramar.1 Entre ellos, la Escuadra de Cruceros de Asia Oriental al mando del
vicealmirante Maximilian von Spee fue la que resultó más peligrosa para los
Aliados. La escuadra tenía base en Qingdao, territorio bajo dominio alemán en
China, y Spee decidió, después de reunir su flota en las islas Marianas y
enviar al SMS Emden al océano Índico, operar en la costa americana del Pacífico
donde además podía abastecerse de carbón.2
La escuadra de Spee estaba compuesta por los
cruceros acorazados SMS Scharnhorst y SMS Gneisenau y los cruceros ligeros SMS
Leipzig, SMS Nürnberg y SMS Dresden. Con la moral de la tripulación muy alta
tras la aplastante victoria sobre la escuadra británica en la batalla de
Coronel, la flota alemana dobló el Cabo de Hornos. La intención de Spee era
destruir Puerto Stanley, la capital de las islas Malvinas y principal base británica
en el Atlántico Sur. Sin embargo, Spee había perdido demasiado tiempo
reabasteciendo la flota en Valparaíso y Coronel, lo que dio tiempo suficiente a
los británicos para reaccionar y enviar refuerzos al Atlántico Sur.
El 11 de noviembre de 1914, el almirante John
Fischer ordenó al vicealmirante Frederick Doveton Sturdee que partiera a bordo
del crucero de batalla HMS Invincible haciendo escuadra con el HMS Inflexible y
el HMS Kent. Diez días después fondearon en Stanley, donde se les unieron el HMS
Bristol, el Carnavon y el HMS Cornwall, además del viejo HMS Canopus, todo ello
mientras los alemanes permanecían en Valparaíso. El 25 de noviembre, Spee rodeó
el Cabo de Hornos y se dirigió confiado a Puerto Stanley, ignorando la
presencia de los poderosos acorazados británicos. Por su parte, los británicos
también desconocían el paradero de los alemanes y pensaban zarpar hacia Chile
el 9 de diciembre con el fin de encontrarlos.
La batalla[editar]
Inicio[editar]
Situación de Stanley en las islas Malvinas.
La madrugada del 3 de diciembre de 1914, la
escuadra alemana avanzó confiada hacia las islas Malvinas. El plan de Spee
consistía en desembarcar una avanzadilla de infantería en la costa para
apoderarse de la estación telegráfica de la isla y luego bombardear el puerto y
hundir los navíos allí anclados. Las primeras acciones correspondieron al
Nürnberg y al Gneisenau.
Al acercarse a Stanley los alemanes divisaron
el faro de la entrada del puerto junto con una inesperada sorpresa: la
presencia de más columnas de humo de las esperadas. Un nuevo vistazo al
acercarse a la costa permitió a los alemanes apreciar que, efectivamente, había
navíos de guerra dentro de la bahía, por lo que el Gneisenau suspendió en ese
momento la operación de desembarco prevista y ordenó al Nürnberg con su
comandante, capitán del mar Karl von Schönberg, atacar al buque situado más
lejos del puerto. Los británicos, que ya habían descubierto la avanzada
alemana, dispusieron el Kent para el combate, el único navío de cuantos
disponían que en ese momento tenía las calderas encendidas y estaba en
condiciones de entablar batalla. Pero cuando el Kent ya rebasaba la salida del
puerto, los navíos alemanes, con los cañones listos para entrar en combate,
recibieron la insólita orden de Spee que les ordenaba «rehusar el combate».
El Gneisenau y el Nürnberg dieron entonces la
vuelta y se reunieron con el grueso de la escuadra alemana, perdiendo quizá una
gran oportunidad de obtener el triunfo. Tras divisar los mástiles del
Inflexible y el Invincible, los alemanes se retiraron a toda máquina hacia el
este. Los marinos británicos, ya recuperados de la sorpresa inicial, tardaron
aún dos horas en ponerse en condiciones de marcha.
HMS Invincible
La batalla, o más bien persecución, tuvo
entonces dos frentes: los navíos alemanes Scharnhorst y Gneisenau se
enfrentaron al Invincible, Inflexible y al Carnavon, mientras que el resto
fueron perseguidos por el Kent y el Glasgow. La distancia inicial de 20 mi fue
rápidamente acortada.
El Leipzig, de velocidad menor, fue pronto
alcanzado y a 6000 yardas se abrió fuego sobre él. Esto hizo que el Dresden
pasase a segundo plano y pudiese huir gracias a sus turbinas Parsons, que le
otorgaban mayor velocidad. Spee ordenó entonces a los cruceros ligeros
separarse y huir, siendo el Dresden el que en ese momento se encontraba más
alejado. Por su parte, Spee dispuso que los cruceros acorazados cambiaran el
rumbo hacia el sur, siempre perseguidos por los acorazados británicos.
Hundimiento de los acorazados alemanes[editar]
SMS Gneisenau.
Siete horas después, la persecución todavía
continuaba. A 12 km de Puerto Stanley, el Scharnhorst recibió una salva del
Invincible sobre un lateral, sin que eso le hiciese demasiado daño. Sin
embargo, a las 15 horas, el Scharnhorst recibió nuevamente una nueva andanada
que destruyó la cubierta y creó vías de agua, por lo que comenzó a hundirse
lentamente. Una hora después, en un último esfuerzo, el Scharnhorst intentó
acortar distancias, acercándose escorado y semihundido hacia el Invincible con
la intención de responder al fuego, pero la proa se metió bajo el agua y el
barco acabó hundiéndose de morro con las hélices todavía girando. El almirante
Maximilian von Spee y los 795 hombres de la tripulación quedaron atrapados en
el buque y se hundieron con él.
Mientras tanto, el Gneisenau, navegando más
adelante y con el teniente Heinrich von Spee (hijo del almirante) a bordo,
asistió impotente al fin del buque insignia alemán. El crucero alemán viró y se
enfrentó al Carnavon y al Inflexible, a los que luego se les unió el
Invincible. El comandante del Gneisenau, Otto Maerker, ordenó disparar sobre el
Inflexible con los proyectiles de 210 mm y sobre el Carnavon con los de 150 mm.
El Inflexible fue alcanzado tres veces sin mayores consecuencias. Éste
respondió disparando al Gneisenau, destruyendo su maquinaria propulsora.
Entonces el capitán alemán ordenó abrir las válvulas y dejar que el buque se
hundiera.
A las 17 horas, una hora después del
hundimiento del Scharnhorst, el Gneisenau zozobró y se fue a pique. Solo se
pudieron rescatar 180 hombres de los 800 que componían la tripulación. Entre
los desaparecidos se encontraba el teniente Heinrich von Spee.
Masacre del Leipzig[editar]
Mientras tanto, los cruceros ligeros alemanes
continuaron su huida, tal como les ordenó el almirante Von Spee. El Dresden,
gracias a sus turbinas, consiguió una gran ventaja y logró alejarse. Sin
embargo, el Glasgow y el Cornwall se abalanzaron sobre el Leipzig, más lento, y
lo cañonearon ferozmente hasta incendiarlo. Aún en estas condiciones, el
Leipzig logró disparar una vez al Glasgow y ocasionarle una baja en su
tripulación, y acertó al Cornwall tres veces sin ocasionarle daños mayores.
El Leipzig siguió disparando hasta que se le acabaron
las municiones, mientras su casco era perforado por los proyectiles y la
tripulación sufría múltiples bajas.
El comandante Haun, a cargo del Leipzig,
ordenó el abandono del buque y la apertura de las válvulas. Los marinos
supervivientes se alinearon entonces en la destrozada cubierta, apenas 150 de
los 380 hombres que componían la tripulación. Aun así los británicos no dejaron
de disparar causando una gran masacre en los marinos de cubierta.
El Glasgow y el Cornwall se acercaron
esperando ver la bandera de rendición del destrozado crucero alemán, pero al no
divisar nada más que el pabellón en alto reanudaron el fuego e hicieron una
carnicería entre los marinos alineados en el alcázar de proa, mientras el barco
no terminaba de hundirse. Por fin, sin esperar el símbolo de rendición, los
británicos lanzaron sus botes al agua y rescataron a tan solo 18 tripulantes.
El Leipzig se hundió tras el rescate del último superviviente.
Hundimiento del Nürnberg y final de la
batalla[editar]
Funeral británico en Stanley en 1914.
Por su parte, el Kent persiguió al pequeño
Nürnberg, que con gran esfuerzo logró alcanzar los 25 nudos, dos más que el
Kent. Sin embargo, no lograron mantenerlos, las calderas sobreexigidas debieron
parar y se redujo la velocidad. El capitán de navío, Schönberg, ordenó embestir
al Kent. Este lo dejó acercarse, y cuando distaban 700 m, cañoneó a mansalva al
Nürnberg, que terminó por detenerse, alzar la popa e irse a pique. De una
dotación de 322 hombres, solo se salvaron 7. Otto von Spee, el otro hijo del
almirante a bordo del Nürnberg, tampoco sobrevivió.
Tras esto, de la fuerza original alemana solo
quedaba a flote el Dresden, que llevaba una considerable ventaja y velocidad y
solo pudo contemplar desde lejos la agonía del Nürnberg. Consiguió finalmente
escapar, pero fue hundido unos meses más tarde, cuando dos cruceros británicos
lo localizaron en aguas chilenas en marzo de 1915
La Guerra de las Malvinas o Guerra del
Atlántico Sur fue un conflicto bélico entre la República Argentina y el Reino
Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que tuvo lugar en las islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló fundamentalmente
entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de
junio de 1982, fecha acordada del cese de hostilidades en Malvinas,20 aunque
posteriormente los británicos invadieron las Sandwich del Sur y el 20 de junio
desalojaron las instalaciones de la Base Corbeta Uruguay de la Argentina, en el
marco de la Operación Keyhole.
El origen de la guerra fue el intento por
parte de la Argentina de recuperar la soberanía de las islas, a las que las
Naciones Unidas consideran territorios en litigio entre Argentina y el Reino
Unido, aunque éste último los administra y explota. Su descubrimiento es motivo
de controversias; fueron ocupados alternadamente por España, Francia, Argentina
y el Reino Unido (actualmente).21 Argentina considera que estos territorios se
encuentran ocupados por una potencia invasora, y los considera parte de su provincia
de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.22 El saldo final de
la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3
civiles isleños.
En el Reino Unido, la victoria en el
enfrentamiento ayudó a que el gobierno conservador liberal de Margaret Thatcher
saliera reelegido en las elecciones del año 1983.23
En la Argentina, la derrota en el conflicto
precipitó el fin de la Junta Militar del llamado Proceso de Reorganización
Nacional que gobernaba el país. Posteriormente, en diciembre de 1983, se
realizaron elecciones y se instaló un gobierno democrático.
Luego de más de tres décadas de acaecido el
conflicto, las Naciones Unidas continúan considerando los tres archipiélagos
con sus aguas circundantes como territorios con soberanía aún no definida,
entre Argentina y el Reino Unido.
Índice
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1 Las causas
1.1 Situación en el Reino Unido antes del
conflicto
1.2 Situación en Argentina antes del conflicto
1.3 Aspectos económicos, políticos y
geográfico-estratégicos
1.4 Las noticias y el manejo de la información
en la Guerra de las Malvinas
1.4.1 Tipos de noticias en la Guerra de las
Malvinas
1.4.2 Las fuentes de información, el Gobierno
Argentino y el Británico
2 La guerra
2.1 Fundamentos políticos y militares de la
acción argentina
2.2 La Operación Rosario
2.2.1 Los planes de replicar el método como
solución al conflicto del Beagle
2.2.2 Movimientos previos en las islas
Georgias del Sur
2.3 Recuperación de las Georgias del Sur
2.3.1 El desembarco en las Islas Malvinas
2.4 Cronología del ataque
2.5 Hechos finales del 2 de abril y sucesos
del 3 de abril
2.6 Consolidación de la reconquista y
repliegue de la FT
2.7 La diplomacia tras el desembarco
2.8 La guerra terrestre en Malvinas
3 Pérdidas humanas
3.1 Muertos del bando argentino
3.2 Muertos del bando británico
3.2.1 Pérdidas materiales
4 Lista de embarcaciones perdidas por la
Argentina durante la guerra
5 Las consecuencias de la Guerra de Malvinas
6 Numismática
7 Pinturas
8 Guerra en la cultura popular
9 Véase también
10 Referencias
11 Bibliografía
12 Enlaces externos
Las causas
Véase también: Cuestión de las islas Malvinas
Situación en el Reino Unido antes del
conflicto
En el año 1982 el Reino Unido se encontraba en
una difícil situación económica, el Partido Conservador que estaba en el poder
sufría un notorio desgaste, la popularidad de su primer ministro estaba en
descenso y en ese tiempo había huelgas en las minas de carbón.
Al creciente descontento laboral en ese país,
se sumaba una sensación de amenaza de muerte en el ánimo de los jefes de la
marina británica, que veían cómo avanzaban los planes de reducción de la flota
de guerra, en el contexto de la guerra fría.
Situación en Argentina antes del conflicto
A principios de los años 1980, el modelo
impuesto por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional dio claras
muestras de agotamiento, lo que provocó numerosas tensiones sociales: 90% de
inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad
económica, generalización del IVA, empobrecimiento de las clases medias, brusco
aumento del endeudamiento externo de las empresas y del Estado, salario real
cada vez más depreciado, aumento de la pobreza, etc.
Después de los cambios de poder de la junta
militar a finales de marzo de 1981, el General Leopoldo Galtieri reemplazó al
General Roberto Viola (quien a su vez había sucedido a Jorge Rafael Videla),
integrando la Junta con el Brigadier Basilio Lami Dozo y el Almirante Jorge
Anaya. Éste último propuso la recuperación de las Malvinas mediante la acción
militar como solución al largo conflicto por la soberanía.24 La Junta aprobó el
plan, entre otras varias razones, tanto por el efecto que podría tener para
desviar la atención social de los problemas del momento, como por las
posibilidades de recuperar el crédito perdido entre muy amplios sectores del
país que serían sensibles ante una acción de interés patriótico como esa.25 El
periódico La Prensa especuló con que sería un plan a efectuarse paso a paso,
comenzando con cortar el suministro a las islas, y que terminaría en acciones
directas hacia fines de 1982, si las conversaciones en la ONU hubiesen sido
infructuosas.26 27 La decisión final fue tomada bajo las erróneas suposiciones
de que el Reino Unido nunca respondería militarmente y de que los Estados
Unidos de América se mantendrían prescindentes, respaldando en última instancia
a un país americano.28
Previamente, el 19 de marzo de 1982, la
tensión entre los dos países se incrementó cuando el ARA Bahía Buen Suceso
transportó un grupo de comerciantes de chatarra argentinos que habrían izado
una bandera de Argentina en la isla San Pedro (Georgia del Sur), principal del
archipiélago, durante una permanencia por trabajo que había sido previamente
acordada por ambas naciones. Este acto fue más tarde visto por los ingleses
como el primer acto de la guerra. La nave HMS Endurance fue enviada desde el
puerto de Stanley hacia las Georgias, hecho que llevó a un pequeño desembarco
argentino en la isla. La junta comenzó a estudiar la posibilidad de ocupar las
islas antes de que los británicos pudieran reforzarlas,29 por lo que
adelantaron todos los planes originalmente previstos y con el mayor secreto se
adelantó la fecha del desembarco inicial en la isla Gran Malvina al 2 de abril.
A pesar de las múltiples advertencias del
capitán de la marina Nicholas Barker, la recuperación de las islas tomó por
sorpresa al Reino Unido. Barker creía que la planeada retirada del HMS
Endurance, que era la única nave inglesa en el Atlántico Sur, sería la chispa
que precipitaría la invasión, siendo para los argentinos una señal de que Gran
Bretaña no estaba dispuesta a defender los territorios y habitantes en las
islas y que pronto sería incapaz de hacerlo.30 31
Aspectos económicos, políticos y
geográfico-estratégicos
En las islas existieron en otro tiempo
importantes puestos balleneros, pero la gradual desaparición de numerosas
especies de ballenas en los mares australes y los profundos cambios en el
negocio aceitero hicieron que la relevancia económica de la actividad se
redujera dramáticamente. No obstante, numerosas investigaciones confirmaron
yacimientos de crudo en la plataforma continental en la que se encuentran las
Malvinas.32 33 34 Además la plataforma es rica en pesquería.
Políticamente, el interés de Argentina por el
archipiélago obedece a su visión del mismo como territorio irredento.
Estratégicamente,
La posesión de territorios adyacentes a la
Antártida puede otorgar derechos sobre este continente en futuras negociaciones
relacionadas con el mismo;
El control de este archipiélago entrega a su
ocupante una posición estratégica sobre el cruce austral y su tráfico marítimo.
No obstante, en la década previa al estallido
de la guerra, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico consideraba las
Malvinas más bien como un problema a la hora de estabilizar sus relaciones con
América Latina. Pero, aunque propuso una devolución en arriendo (una soberanía
de Argentina durante un tiempo prolongado con la expectativa de una devolución
al final del mismo), los ciudadanos de las Malvinas se negaron a aceptar la
propuesta.35
Las noticias y el manejo de la información en
la Guerra de las Malvinas
Las noticias de las Malvinas están ligadas
directamente al desarrollo del conflicto bélico, desarrollado entre el 2 de
abril y el 14 de junio de 1982. El manejo de la información es un recurso
importante para cualquier fuerza armada en situaciones de guerra, ya que puede
utilizarse para obtener nueva información, provocar errores en el contrincante,
generar efectos entre los propios y los aliados. También es un buen elemento de
propaganda política.
Tipos de noticias en la Guerra de las Malvinas
Las noticias militares son las que narran la
guerra desde el punto de vista estrictamente militar. Son expresadas por medio
de comunicados y declaraciones, y sus fuentes de información son
institucionales. En ellas se relata, por ejemplo, el desplazamiento de tropas,
posiciones de guerra, estrategias, etc.
Las noticias políticas comprenden acciones
políticas, declaraciones y decisiones emanadas de la Junta Militar.
Las noticias diplomáticas son específicas y se
dan en el espacio que se delimita entre el Ministerio de Relaciones Exteriores
argentino y de las Organización de las Naciones Unidas. Se dan por medio de
declaraciones, entrevistas y citaciones, y su fuente es institucional.
Las noticias del mundo anglosajón son las que
toman la guerra desde el punto de vista británico. Lo mismo sucede con las
noticias desde el punto de vista estadounidense.
Las noticias económicas se refieren a las
sanciones de la Comunidad Europea contra la economía argentina.
Las noticias históricas fueron publicadas
principalmente en las primeras semanas del conflicto; consisten en narraciones
cronológicas, grandes síntesis, antecedentes y explicación causal de la guerra.
Las noticias cotidianas ofrecen al lector
narraciones pintorescas. Por ejemplo, cómo es un día en las Islas. Acercan las
imágenes de una media lejana para un lector que nunca estuvo en las Islas. Sus
personajes pertenecen al mundo privado.
Las noticias de la Iglesia católica adquieren
una gran importancia con la llegada del Papa Juan Pablo II a Argentina. Constan
de narraciones, declaraciones y documentos, y sus fuentes son institucionales.36
Las noticias de opinión describen las
relaciones de causa/efecto del conflicto. Son jerárquicas e interpretativas, y
están presentes al inicio y al final de la guerra.
Las noticias sobre otros medios son las que
publican opiniones y reacciones de la prensa británica, los problemas de la
censura, la contra-información y los rumores. Su fuente de información son los
diarios británicos.
Las fuentes de información, el Gobierno
Argentino y el Británico
La Junta Militar argentina había limitado el
acceso de periodistas a las islas desde los comienzos del conflicto. Sólo hubo
un pequeño número de reporteros argentinos destacados con autorización militar
y que proveían su material.
En los inicios del conflicto, el Gobierno
Argentino fomentó la participación con los principales periódicos para
construir una opinión pública favorable. Luego, con el agravamiento del
conflicto, dispuso el control total de la información de guerra. El gobierno
dictó las siguientes pautas para el cumplimiento del acta de la Junta Militar
disponiendo el control de la información por cuestiones de seguridad:
1- Todas las informaciones y las noticias
provenientes del exterior utilizadas por los medios y toda información
difundida por los medios relacionada con las operaciones militares y la
seguridad nacional están sujetas al control del Estado Mayor.
2- El Estado Mayor ejercerá el control de la
información.
3- El director y el editor de los medios de
información serán considerados responsables directos de las transgresiones al
artículo 1º.
4- Toda transgresión será sancionada con la
clausura del medio y el arresto del director o editor.
El Gobierno Británico también controló
férreamente la divulgación de informaciones que podrían afectar el desarrollo
de las operaciones en curso
La guerra
Cascos usados por los soldados argentinos
durante la guerra, exhibidos en el Museo del Bicentenario.
Para un listado de las Fuerzas Armadas
argentinas implicadas en el conflicto, véase este Anexo.
Fundamentos políticos y militares de la acción
argentina
La decisión se basó en los siguientes
supuestos políticos y militares:
1. Naciones Unidas se había adherido
firmemente a la doctrina de la guerra justa mediante la aprobación, por grandes
mayorías, de las resoluciones 2131 (1965), 2326 (1967), 2908 (1972), 3281
(1974) y 3314 (1974), que reconocían explícitamente la legitimidad de las
guerras de liberación, de autodeterminación, contrarias a la opresión racial,
etc. Amparada en este antecedente legal, la mención a una hipotética
recuperación de las islas por la vía armada había estado presente en el
discurso diplomático bilateral desde 1972.37
2. Entre 1981 y 1982, varias acciones del
Gobierno británico fueron interpretadas por la Junta militar argentina como
señales de desinterés por el archipiélago, sus habitantes y su futuro; entre
otras:
Debido a recortes presupuestarios, el
Ministerio de Defensa británico decidió prescindir de sus dos portaaviones (HMS
Hermes y HMS Invincible), de sus dos buques de desembarco de tropas (HMS
Fearless y HMS Intrepid) y del patrullero antártico HMS Endurance, llamado por
los británicos «el guardián de las Islas Falkland». Varios periódicos
argentinos llegaron a afirmar que el Reino Unido abandonaba la protección de
las Islas Malvinas. En el mismo sentido, los representantes malvinenses en
Londres expresaron su profunda preocupación por el inminente desarme.38
La nueva ley de nacionalidad aprobada por el
Parlamento británico relegaba a la mayoría de los nativos malvinenses a una
segunda categoría y les negaba la ciudadanía completa.39
3. La guarnición británica en las islas
Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur era reducida, y la lejanía a la
metrópoli impedía la llegada de refuerzos a tiempo.
4. La capacidad de guerra anfibia del Reino
Unido por la distancia no parecía estar a la altura de las circunstancias, pese
a su gran poderío aeronaval.
5. La Junta no creyó probable que el Reino
Unido realizara un contraataque a gran escala, afectando al territorio continental
argentino —por ejemplo, usando sus submarinos nucleares— por una cuestión
colonial sobre unas islas remotas.40 En 2003, el gobierno argentino ha exigido
una disculpa por el incidente.41
La Operación Rosario
Artículo principal: Operación Rosario
La Operación Rosario (nombre de la operación
de desembarco; la operación anfibia se denominó Operación Azul)42 consistía en
una serie de acciones de intensidad creciente encaminadas a la recuperación
argentina de las islas, que se conseguirían en sentido inverso (de Este a Oeste
y de menor a mayor relevancia política), iniciándose de la manera más discreta
posible y culminando con la toma del archipiélago de las Islas Malvinas y de su
capital, Puerto Stanley, mediante un asalto directo, pero sin causar bajas al
enemigo para evitar una futura reacción militar británica.
La Junta logró mantener en secreto el plan de
Anaya hasta apenas 48 horas antes del inicio de las hostilidades.
Los planes de replicar el método como solución
al conflicto del Beagle
Véase también: Operación Soberanía
El Gobierno argentino diseñó el plan
denominado Operación Rosario para la recuperación militar de los tres
archipiélagos en disputa con el Reino Unido y Chile, alterando el estatus quo
por la vía de los hechos. La operación fue diseñada entre finales de 1981 y
principios de 1982 por el Almirante Jorge Isaac Anaya, miembro de la Junta
presidida por Galtieri.
Tras la conquista de las islas, algunas
fuentes inciden en la posibilidad concreta de que la Argentina tuviese también
por objetivo a medio plazo ocupar militarmente los archipiélagos al sur del
Canal de Beagle en disputa con Chile para solucionar el Conflicto del Beagle.
Éste se encontraba en esos momentos bajo una mediación del papa Juan Pablo
II,43 por la cual ambos gobiernos se comprometieron a no hacer uso de la fuerza
y a abstenerse de tomar medidas que turbasen la armonía entre las dos
naciones.44 45 Esa posibilidad hizo que Chile apoyase en el conflicto a los
británicos, a diferencia de los demás países de la región que simpatizaban con
la causa argentina.
El Brigadier General Basilio Arturo Ignacio
Lami Dozo, jefe de la Fuerza Aérea Argentina durante la guerra de las Malvinas,
confirmó estos planes en una entrevista con el diario Perfil. Galtieri le
comunicó:
Que saquen el ejemplo [los chilenos] de lo que
estamos haciendo ahora porque después les toca a ellos.
Presidente de Argentina Leopoldo Fortunato
Galtieri46
También Oscar Camilión, último Ministro de
Relaciones exteriores de la República Argentina antes de la guerra había
mencionado los planes en sus "Memorias Políticas":
Los planes militares eran, en la hipótesis de
resolver el caso Malvinas, invadir las islas en disputa en el Beagle. Esa era
la decisión de la Armada…
Ex-Ministro de Relaciones Exteriores y Culto
de Argentina Oscar Camilión47
Los planes de invadir las islas en disputa con
Chile eran discutidos abiertamente en la opinión pública de Argentina.48 Por
ejemplo, Manfred Schönfeld en La Prensa del 2 de junio de 1982, cuando la
visión del "vamos ganando" todavía hacía furor en Buenos Aires,
opinaba sobre el curso de acción tras la (exitosa) guerra de las Malvinas:
Para nosotros no lo estará [terminada la
guerra], porque, inmediatamente después de barrido el enemigo de las Malvinas,
debe serlo de las Georgias, Sandwich del Sur y de todos los demás archipiélagos
australes argentinos...
Manfred Schönfeld49
Los más altos oficiales del ejército argentino
anunciaban públicamente la invasión de las islas en disputa con Chile. El General
(R) argentino Osiris Villegas, jefe de la primera delegación argentina para la
mediación ante el vaticano anunciaba:
...no persistir en una diplomacia bilateral
que durante años la ha inhibido [a Argentina] para efectuar actos de posesión
efectiva en las islas en litigio que son los hechos reales que garantizan el
establecimiento de una soberanía usurpada y la preservación de la integridad
del territorio nacional.l
General (R) Osiris Villegas50
Estos planes son conocidos también en los
análisis de la política internacional, como en el caso del estudioso Kalevi
Jaakko Holsti en The State, War, and the State of War:
Displaying the mentality of the Argentine
military regime in the 1970s, as another example, there was "Plan
Rosario" according to which Argentina would attack the Malvinas and then
turn to settle the Beagle Channel problem by force. The sequence, according to
the plan, could also be reversed.
Kalevi Jaakko Holsti, The State, War, and the
State of War51
El día 2 de abril de 1982, durante la multitudinaria
manifestación en la Plaza de Mayo en Buenos Aires se escuchaban cánticos como:
Palo, palo, palo, palo bonito palo es, eh, eh,
eh, que se cuide Pinochet52 53
eh, eh, eh, que risa que se ve, ahora que se
cuide, que se cuide Pinochet52
Tero, tero, tero, tero, tero, tero, tero,
tero, hoy le toca a los ingleses y mañana a los chilenos52
Antes de la invasión a las Malvinas, las
Fuerzas Armadas Argentinas desplazaron sus mejores unidades a la frontera oeste
y luego las reforzaron con las unidades de élite que retiraban de las islas, en
la suposición de que los británicos no se defenderían.
Chile, ya alertado por la Operación Soberanía
y por la provocación de "Gurruchaga" en la isla Deceit en las semanas
anteriores, movilizó a la flota hacia el sur en silencio de radio y apostó,
como 3 años antes, sus regimientos en la frontera.
Movimientos previos en las islas Georgias del
Sur
En septiembre de 1979, el empresario argentino
Constantino Davidoff, especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato
con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo, por el cual adquirió las
instalaciones balleneras abandonadas en la isla San Pedro (Georgias del Sur).
Margaret Thatcher, Primera Ministra británica
durante la Guerra de las Malvinas.
Davidoff gestionó en la Embajada británica de
Buenos Aires el servicio del buque HMS Endurance con el fin de transportar a
las islas el personal y equipos necesarios para desmantelar las instalaciones,
pero como su pedido no fue aceptado, la Armada Argentina llevó a cabo la tarea.
El empresario comunicó a la Embajada británica
su viaje al archipiélago de Malvinas y, en diciembre de 1981, zarpó con destino
a las Georgias, a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5).
Meses más tarde, el 19 de marzo de 1982, con
motivo de un nuevo viaje de Davidoff al lugar, ahora en el ARA Bahía Buen
Suceso (B-6), se produjo el presunto izado de una bandera argentina en las
islas que provocó que el Ministerio de Exteriores Británico ordenase el envío
del HMS Endurance con el objetivo de obligar a los operarios a arriar la
bandera y evitar el desembarco del personal.
El 20 de marzo, Margaret Thatcher fue
informada de lo sucedido y decidió enviar el HMS Endurance desde Puerto
Stanley, con un complemento de 24 soldados de marina. Se organizó además una
protesta diplomática en Buenos Aires.
El 21 de marzo, después de la marcha del ARA
Bahía Buen Suceso (B-6) y con el grupo de Davidoff en tierra para seguir con
sus tareas, se solicitó al Gobierno argentino que desalojase a los operarios allí
apostados.
Recuperación de las Georgias del Sur
Artículo principal: Operación Georgias
El 23 de marzo Joaquín Pantoja, el comandante
del Grupo Naval Antártico y capitán al mando del ARA Bahía Paraíso (B-1),
recibió órdenes del Estado Mayor General Naval de dirigirse a máxima velocidad
a las islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo del grupo de
obreros argentinos de Davidoff por parte del HMS Endurance, salido a tal efecto
desde las islas Malvinas.54
Un Westland Wessex en la Isla Ascensión en
mayo de 1982.
El B-1, comandado por Trombetta, arribó a
Puerto Leith en la noche del 24 de marzo y desembarcó un grupo de apoyo a los
obreros argentinos; luego, permaneció en la zona y patrulló con sus
helicópteros el área durante las horas subsiguientes. Las noticias procedentes
del sur dieron cuenta de un inusual movimiento de buques de guerra de la Armada
Argentina en el Atlántico Sur.55
El 28 de marzo de 1982 el ARA Santísima
Trinidad (D-2) zarpó como buque insignia del Comandante de la Fuerza de Tareas
40, embarcando a su comandante y al Comandante del teatro de Operaciones
Malvinas, el General de División Osvaldo García.
El 1 de abril el Estado Mayor General Naval
recibió la orden de "ocupar Grytviken y mantener Leith a fin de asegurar
el dominio de las islas Georgias", para lo que se le asignó la corbeta
portamisiles ARA Guerrico (P-2; actual P-32) al mando del CF Carlos Alfonso, y
un grupo de Infantería de Marina al mando del Teniente de Navío Guillermo Luna.
Como consecuencia de lo anterior, se
sucedieron una serie de reuniones y conversaciones de alto nivel mandatario a
fin de evitar la acción argentina. La noche del día 1 de abril Ronald Reagan se
comprometió ante Margaret Thatcher a hablar con la Junta militar para evitar el
ataque. No obstante, su conversación telefónica con Galtieri fue infructuosa.56
El desembarco en las Islas Malvinas
Orden de batalla
Argentina Reino
Unido
Fuerza de Operaciones 40 (comandante:
vicealmirante Juan Lombardo)
Destructor misilístico ARA Hércules (D-1)
(actual B-52) (4100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada
una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114 mm, 2
antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1 helicóptero
Westland Sea Lynx (1977).
Destructor misilístico D-2 ARA Santísima
Trinidad (D-2) (4100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque
(cada una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114
mm, 2 antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1
helicóptero Westland Sea Lynx (1981).
Corbeta misilística ARA Drummond (P-1) (actual
P-31) (1250 t) 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1
misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm (1978).
Corbeta misilística ARA Granville (P-3)
(actual P-33) (1250 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada
una, 1 misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm (1981).
Submarino ARA Santa Fe (S-21) (1526 t) (Clase
Balao ex-USS Catfish SS 339) con 10 tubos lanzatorpedos de 254 y 533 mm (1944,
modernizado en 1960).
Rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5) (14 900
t) con 2 helicópteros medianos Sikorsky Sea King (1978).
Buque de transporte ARA Isla de los Estados
(B-18) (3100 t, 1951).
Buque de desembarco de tanques LST ARA Cabo
San Antonio (Q-42) (8000 t, 1977).
84 comandos anfibios y buzos tácticos
embarcados.
1º y 2º batallón de infantería de marina
blindada (con vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5).
Naval Ensign of the United Kingdom.svg Comandante: gobernador Rex Hunt
Buque civil costero Forrest.
57 infantes de marina (Unidad 8901) en tierra.
11 miembros de la Marina Real.
40 miembros de la Fuerza de Defensa de las
Islas Malvinas.
La 3ra Sección de la Compañía C del Regimiento
de Infantería 25 del Ejército Argentino y parte de la jefatura de esa unidad.
El 25 de marzo el general de división Osvaldo
Jorge García, como comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, dio órdenes
de ejecutar el plan de operaciones.
El 26 de marzo, una importante fuerza naval
argentina abandonó Puerto Belgrano bajo la apariencia de disponerse a realizar
unas maniobras con la flota uruguaya. Sin embargo, dirigieron sus pasos hacia
las islas Malvinas.
El día 30, la inteligencia británica notificó
al gobernador Rex Hunt que se trataba de una amenaza real y que se esperaba la
invasión para el día 2 de abril. Hunt reunió a sus pocas tropas y les encomendó
la defensa de las islas. En la mañana del 1 de abril, apagaron el faro e
inutilizaron el pequeño aeropuerto local y sus radiobalizas. Ese mismo día el
general García, debido a las malas condiciones meteorológicas reinantes,
postergó un día la operación de desembarco, fijando como día “D” al 2 de abril
y como hora “H” las 06:00.57
Cronología del ataque
El 1 de abril, a las 21:18, el primer grupo de
botes se desprendió del D-2: 84 comandos anfibios y buzos tácticos bajo el
mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots. A las 22:45, el grueso
de la Agrupación de Comandos Anfibios salió del buque en 19 embarcaciones
destacándose, inmediatamente, el destructor en su zona de patrullado.
Desembarcaron en Mullet Creek sobre las 23:00. A esa misma hora, el submarino
ARA Santa Fe (S-21) libró a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de
radionavegación y ocupar el Faro San Felipe (Pembroke). Cuando el ARA Santa Fe
(S-21) emergió, fue detectado por el radar de navegación del buque costero
Forrest dándose inicio a las hostilidades. A las 23:40 en la zona del
aeropuerto se observó una bengala verde y al poco tiempo fue apagado el Faro San
Felipe.
Ya el 2 de abril a primeras horas se dio el
desembarco de un grupo de comandos anfibios y de buzos tácticos con botes
neumáticos para despejar posibles obstáculos o minas que hubieran en la playas
para el arribo de los vehículos anfibios, a la 1:30, los hombres de
Sánchez-Sabarots se dividieron en dos grupos: el primero, comandado por él
mismo, se dirigió a los barracones de la infantería de marina británica en
Moody Brook para atacarlos; el segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta
Pedro Edgardo Giachino, avanzó hacia Puerto Stanley con objeto de tomar las
oficinas del Gobernador y capturarlo.
A la 1:55, el submarino ARA Santa Fe (S-21)
salió a la superficie, frente a Punta Calebroña y lanzó sus Buzos Tácticos a
unos 3000 m del Faro San Felipe, que se
encontraba apagado, alejándose, luego, a máxima velocidad en superficie, para
regresar a su lugar de patrulla. Pero los británicos, sobre aviso, habían
evacuado los barracones y estaban desplegados en posiciones de combate para
defender la localidad.
A las 4:20, el destructor ARA Hércules (D-1)
izó su Pabellón de Guerra y comenzó su patrullado en Puerto Groussac,
protegiendo a la iniciación de la fase de asalto, la aproximación del BDT ARA
Cabo San Antonio (Q-42)y de la corbeta ARA Drummond (P-1). A las 5:45, la
Fuerza de Desembarco de Sánchez-Sabarots abrió intenso fuego automático y de
granadas sobre los barracones donde suponían a los infantes de marina
británicos. A los pocos minutos, descubrieron que nadie devolvía el fuego
(estaban vacíos). El ruido, por el contrario, alertó al mayor Norman —que
dirigía a las fuerzas británicas— de que los argentinos habían llegado.
Cerca de las 6:00 se apagaron las luces de la
bodega del BDT, se abrieron las compuertas de proa y se pusieron en marcha los
enormes extractores de gases.
A las 6:22, llegó la orden "¡Primera ola
al agua!" y, desde el BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42), comenzaron a
desembarcar los vehículos anfibios, con fuerzas del Regimiento de Infantería 25
del Ejército Argentino. El ARA Cabo San Antonio (Q-42) libró la compañía E de
vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del 2º de Infantería de Marina, orientándose
con las balizas que habían colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe (S-21).
La primera oleada, bajo el mando del capitán de corbeta (IM) Hugo Santillán,
llegó a tierra y tomó la dirección del aeropuerto. La compañía "D"
desembarcó poco después para ocupar el faro.
A las 6:30, desde el D-2, se irradió un
comunicado en el que intimaba a la población a no ofrecer resistencia para
evitar derramamiento de sangre.
El grupo de Giachino, la avanzada de las
fuerzas argentinas, se dirigió a la casa del Gobernador, invitándole a la
rendición. Al no recibirse respuesta, entraron al anexo de los sirvientes,
donde se había atrincherado un grupo de Marines Reales, entablándose un
combate. Comenzó un tiroteo generalizado, donde se produjo la primera baja del
conflicto, el CCIM Pedro Giachino, que fue herido mortalmente;58 fueron también
alcanzados por las esquirlas y resultaron heridos de gravedad, el Teniente de
Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina. El resto de sus
hombres se replegaron, aunque mantuvieron el asedio sobre la sede del gobierno
británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma.
Los constantes cambios de posición de los
comandos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores
que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real,
lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos,
aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el
Aeropuerto de Puerto Stanley.
Cuando la compañía E llegó a las proximidades
del viejo aeropuerto, sufrió el primer ataque de la infantería de marina
británica. Un blindado LVTP-7 fue averiado por disparos de una ametralladora,
pero la tripulación resultó ilesa. El Contraalmirante Busser, responsable del
desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado
en contacto con los comandos, y la resistencia británica era más intensa de lo
esperado. Ordenó entonces que una compañía del Batallón de Infantería de Marina
1 con lanzacohetes de 105 mm fuesen helitransportados a la costa.
A las 8:30, el gobernador Hunt y el mayor
Norman, sitiados y bajo presión, debatieron qué hacer. Se sugirió dispersarse
por el interior para iniciar una guerra de guerrillas, pero finalmente,
creyéndose rodeados por un batallón de Infantería de Marina, decidieron que
este plan de acción no tenía sentido.59 Hicieron traer a Héctor Gilobert, un
argentino residente de las islas al que consideraban un espía, y le encargaron
negociar el alto el fuego. A las 9:30, el gobernador Hunt rindió las islas
Malvinas al contraalmirante Busser.
Durante la mañana del 2 de abril, un grupo de
seis soldados argentinos tomó la radio local renombrándola LRA60 Radio Nacional
Islas Malvinas, nombre que mantuvo hasta finalizar el conflicto. Días más tarde
se sumó LUT8 Canal 7 Islas Malvinas, el primer canal de televisión.60
Hechos finales del 2 de abril y sucesos del 3
de abril
Un avión de transporte militar argentino llevó
a Hunt a Montevideo desde donde se dirigió a Londres.
Utilizando el helicóptero Westland Lynx Mk.23
0739/3-H-141, desde el ARA Hércules (D-1), se trasladó al abanderado de la
Flota de Mar, el Teniente de Fragata Martín Cazaux, para afirmar el pabellón en
Puerto Stanley (posteriormente, llamado Puerto Argentino).
Cumplida su tarea por la Fuerza de Desembarco,
algunas de sus fracciones se encontraban listas para el repliegue al
Continente, que comenzó el mismo 2 de abril.
En esas circunstancias, y ante la necesidad de
brindar apoyo logístico a las unidades navales que operaban en el puerto de la
capital de las islas, el comandante de la Flota de Mar dispuso la creación del
Apostadero Naval Malvinas, designando como jefe del mismo al capitán de fragata
Adolfo A. Gaffoglio.
Al día siguiente, aparecieron en los
periódicos británicos las fotos de los marines tendidos en el suelo boca abajo.
Aproximadamente 120 defensores (incluyendo civiles armados) fueron capturados
por los argentinos en la acción.61
Sin embargo, en las islas Georgia del Sur los
británicos no aceptaron la rendición. Cuando en la mañana del día 3 las fuerzas
argentinas trataron de tomar Grytviken, los 22 infantes de marina británicos
reaccionaron, pero luego decidieron rendirse.
Pasado el mediodía del 3 de abril de 1982, la
bandera argentina ondeó sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y
las islas Sándwich del Sur (en estas últimas hacía varios años que flameaba
pacifícamente).
Los prisioneros británicos volvieron a su país
desde Montevideo.
Ese mismo día, Margaret Thatcher intervino en
la Cámara de los Comunes para debatir el tema de las Malvinas; anunció la
organización de una fuerza operativa especial, la creación de un gabinete de
guerra y la renuncia, entre otras, de su Ministro de Asuntos Exteriores Lord
Carrington.62
Consolidación de la reconquista y repliegue de
la FT
Durante el 3 de abril se comenzó a replegar
los elementos usados en el desembarco al BDT y al rompehielos; el grueso de las
tropas que intervinieron en la recuperación regresó en aeronaves del Comando de
la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea Argentina.
El 4 de abril, desde el ARA Isla de los
Estados (B-8) se trasladó en helicópteros a Darwin y a Pradera del Ganso a la
Compañía "C" del Regimiento de Infantería Nº 25 del Ejército
Argentino, que ocupó ambos establecimientos sin hallar oposición.
El 5 de abril una fracción de la Compañía de
Ingenieros 9 ocupó Bahía Fox en la isla Gran Malvina.
Tras la reconquista de la islas, entre el 6 y
7 de abril, los buques de la FT.20 y de la FT.40 se replegaron a la BNPB, a la
que arribaron el 12 de abril.
La diplomacia tras el desembarco
Véase también: Resolución 502 del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas
Entre las primeras medidas tomadas por
Argentina estuvieron algunas de carácter administrativo, aunque con fuerte
valor simbólico: cambios de topónimos por sus versiones argentinas,
instauración del español como lengua oficial, y modificación del código de la
circulación vehicular para que se condujese por la derecha en vez de por la
izquierda.
El gobierno de Margaret Thatcher, inmerso en
distintas reformas muy contestadas socialmente, se hallaba en una situación
delicada. Francis Pym, su ministro de Asuntos Exteriores, no veía con buenos
ojos un conflicto con Argentina por la posesión de unas islas remotas en el
Atlántico Sur.
Con todo, el 3 de abril el Reino Unido logró
que la ONU aprobara la resolución 502, exigiendo a la Argentina que retirara
sus tropas de los archipiélagos ocupados:
El Consejo de Seguridad,
Recordando la declaración formulada por el
Presidente del Consejo de Seguridad en día 23 45a. Sesión del Consejo de
Seguridad, celebrada el 1º de abril de 1982 (S/14944), en la que se instaba a
los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte a que se abstuvieran del uso o la amenaza de la fuerza en la región de
las Islas Malvinas (Falkland),
Profundamente preocupado por los informes
acerca de una invasión por parte de las fuerzas armadas de la Argentina el 2 de
abril de 1982,
Declarando que existe un quebrantamiento de la
paz en la región de las Islas Malvinas (Falkland),
1. Exige la cesación inmediata de las
hostilidades.
2. Exige la retirada inmediata de todas las
fuerzas argentinas de las Islas Malvinas (Falkland).
3. Exhorta a los Gobiernos de la Argentina y
el Reino Unido a que procuren hallar una solución diplomática a sus diferencias
y a que respeten plenamente los propósitos y principios de la Carta de las
Naciones Unidas.
Resolución 502 del Consejo de Seguridad. Nueva
York, 3 de abril de 1982.
Votaron a favor Estados Unidos, Reino Unido,
Francia, Jordania, Togo, Uganda, Zaire, Guyana, Irlanda y Japón.
En contra: Panamá.
Se abstuvieron la Unión Soviética, China,
Polonia y España.
El presidente de Francia, François Mitterrand,
telefoneó a Thatcher para expresarle su apoyo. El Reino Unido también cortó
todas las relaciones comerciales con Argentina, y comenzó a buscar aliados
diplomáticos con un éxito mucho mayor al de la Junta militar argentina.
Javier Pérez de Cuéllar, entonces Secretario General
de las Naciones Unidas.
Durante el conflicto bélico, y a raíz de la
inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos estados
beligerantes, Perú representó los intereses diplomáticos de Argentina en Reino
Unido y, a su vez, Suiza representó los intereses diplomáticos del Reino Unido
en Argentina. Así, los diplomáticos argentinos destacados en Londres se
convirtieron en diplomáticos peruanos de nacionalidad argentina y los
británicos en Buenos Aires, diplomáticos suizos de nacionalidad británica. Por
su parte, el régimen militar de Uruguay mantuvo una postura ambivalente frente
al conflicto.63
Durante el transcurso del conflicto bélico,
los movimientos del Servicio de Inteligencia británico sobre la Embajada
peruana en Londres y sus funcionarios diplomáticos conllevaron como respuesta
numerosos mensajes de distracción.
Se supo después que Perú no sólo apoyó a
Argentina militarmente, con acciones de inteligencia y mediante el envío de una
docena de aviones Mirage M5-P, en ese entonces casi nuevos64 eludiendo radares
chilenos que actuaban apoyando a inteligencia británica;65 además de pilotos,
instructores, pertrechos militares, misiles y medicinas.66 67 Los citados
aviones fueron "vendidos" a Argentina a dos millones de dólares cada
uno en plazos muy amplios aunque su precio era de veinte millones de dólares
por avión.68 Perú fue uno de los pocos aliados de Argentina que la apoyó
abiertamente durante el conflicto (hoy en día se habla de un apoyo extra de
pilotos y de más misiles Exocet por parte del Perú hacia Argentina), también es
un hecho que Perú movilizó su fuerza naval hacía el sur de su frontera ante una
eventual intromisión de Chile a favor del Reino Unido.69 70
Hacia el 9 de abril, el Reino Unido había
logrado el pleno apoyo de la Comunidad Económica Europea (ahora Unión Europea),
la OTAN, la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) y la ONU.
Surgieron entonces propuestas de paz por parte del Secretario General de las
Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, y del Presidente Peruano
Fernando Belaúnde Terry.
Alexander Haig, Secretario de Estado de
Estados Unidos, recorrió miles de kilómetros intentando evitar la guerra entre
dos de sus aliados. La mediación se basaba en dos puntos principales:
Retirada de Argentina de las islas;
Administración interina conjunta de las islas
o, en último caso, una administración neutral mientras se negociase la
soberanía;
Aunque al menos en un par de ocasiones se
estuvo a punto de conseguir, la oposición de Thatcher y Galtieri fue un
obstáculo insalvable. Básicamente, la Primera Ministra declaraba que, una vez
producida la invasión, no se podía pasar por alto a esta; Galtieri, por su
parte, rechazó de plano la retirada voluntaria del ejército argentino.71 72
La Unión Soviética, por su parte, se dedicó a
observar el devenir de unos acontecimientos en los que dos aliados de los
estadounidenses, ambos con gobiernos de derecha —una democracia y una
dictadura—, se enfrentaban irremisiblemente. Moscú era consciente de que, más
pronto que tarde, Washington tendría que decantarse por uno de los dos. Hacerlo
implicaba romper la OTAN o romper el TIAR.73 Cualquiera de las dos opciones
resultaba beneficiosa para los soviéticos.
Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos
durante la Guerra de las Malvinas.
Tras unas semanas de política de dos caras
(postura diplomática y neutral de Haig por un lado, y continuo e importante
apoyo militar y estratégico del Pentágono por otro),74 hacia finales del mes de
abril, el presidente estadounidense Ronald Reagan se decantó por los británicos
y por la OTAN en detrimento de Argentina y el TIAR. Tanto la Unión Soviética
como Cuba criticaron a Estados Unidos por este posicionamiento, y Fidel Castro
llegó a ofrecer su apoyo a la Junta Militar argentina.
Tras la experiencia de la Operación Soberanía,
la dictadura militar de Chile optó también por apoyar a Gran Bretaña, motivada
por sus conflictivas relaciones con Argentina que habían llegado al borde de la
guerra a finales de 1978. Por lo demás, Chile no consideraba que se debiese
aplicar el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que implicaba
que si un país de América era atacado por un extranjero todo el contienente
debía defenderlo) ya que entendía que Argentina no había sido atacada, sino que
era ella la atacante.
Desde los últimos días de abril, por tanto, el
Reino Unido contó con apoyo diplomático, con inteligencia satelital
estadounidense, con las últimas versiones de armamento estadounidense (AIM-9L
Sidewinder, Stingers, etc.) y con datos tecnológicos esenciales de lo que se
consideraba el arma más peligrosa de los argentinos: los misiles antibuque
Exocet de fabricación francesa.
Hay tres versiones sobre la conducta de los
misiles Exocet:
El Reino Unido accedió a las claves para
desactivarlos en la fase de operación.
No obstante la detallada información
suministrada por el constructor Aérospatiale sobre las características de los
Exocet y específicamente sobre su sistema de puntería final (homing) resultaron
inútiles: este misil resultó ser extremadante peligroso y en ningún momento de
la guerra se pudieron establecer contramedidas eficaces contra él.
Las contramedidas no funcionaron nunca: esto
fue posible porque se habían comprado Exocet pero el personal francés no les
cargó el "software" o lo hizo a medias, retirándose al inicio del
conflicto. Por esta versión se dice que los misiles, al no poseer el software
original, eran inmunes a las órdenes de desactivación británicas.
No hubo declaración oficial de guerra por
ninguna de las dos partes.
Tras el hundimiento del General Belgrano con
cuantiosas pérdidas humanas y la pérdida del Sheffield el Presidente peruano
Fernando Belaúnde solicitó mediación a Thatcher que volvieron a fracasar. Por
un lado la Primera Ministra mostró su reticencia a detener la guerra mientras
los argentinos continuasen en las islas; a pesar de ello aceptó la negociación
sin condiciones previas sobre plazos o consecuencias pero la Junta militar
argentina se opuso.75
Las condiciones definitivas del Gobierno
británico para llegar a un acuerdo fueron redactadas el 16 de mayo, y se exigía
a Argentina un plazo de 48 horas para aceptarlas sin negociación posible. Las
condiciones, exigían la retirada incondicional de las tropas argentinas y el
restablecimiento del statu quo previo. Centraban el conflicto en que la
agresión de Argentina iba en contra del derecho de autodeterminación de los
isleños y así fue como consiguieron que parte de la opinión pública mundial se
pusiese del lado del Reino Unido. El rechazo de Argentina conllevó la respuesta
militar británica.
La guerra terrestre en Malvinas
Esta sección podría contener una cantidad
excesiva de detalles intrincados que sólo pueden interesarle a un público
específico. Por favor ayuda trasladando toda la información pertinente, y quita
los detalles excesivos que podrían ir en contra de la política de inclusión de
Wikipedia.
Esta deficiencia fue encontrada el 5 de abril
de 2014.
Artículo principal: Operación Corporate
Desembarco británico y combates en el estrecho
de San Carlos.
La reacción del Reino Unido fue una operación
lanzada el 5 de abril de 1982 gracias a la cual las islas volvieron al estado
previo al desembarco argentino.
Operación Corporate fue el nombre dado a la
operación británica para retomar la posesión de las islas Malvinas en 1982.
Gran Bretaña movilizó en total unos 30 000 miembros de sus fuerzas armadas para
este conflicto, tanto en Gran Bretaña como en la isla Ascensión y en el
Atlántico Sur.76 Durante la guerra, muchos marineros en el mar, cumplieron
misiones de alto riesgo. A principios de mayo el portaaviones ARA Veinticinco
de Mayo estaba preparándose para un enfrentamiento con la flota británica, que
no fue posible por el mal tiempo. La Armada Argentina en 1994 informó que
tenían derecho a considerarse veteranos de Malvinas a las tripulaciones del
Portaaviones 25 de Mayo, los destructores Hércules, Santísima Trinidad,
Comodoro Py, Comodoro Segui, Hipólito Bouchard y Piedrabuena, las corbetas
Drummond, Guerrico y Granville, los buques Punta Médanos, Cabo San Antonio,
Gurruchaga, Somellera, los petroleros Campo Durand, Puerto Rosales y Río
Cincel, los transportes Mar del Norte y Córdoba y los submarinos San Luis y
Santa Fe. El 30 de abril de 1982, el Ejército Argentino sufrió sus primeras
bajas cuando un helicóptero UH-1H se precipitó cerca de Caleta Olivia. Al día
siguiente, cazas navales Sea Harrier atacaron la Base Aérea Militar «Malvinas»
y durante el ataque se anotó en el Diario de Guerra de la guarnición de Comodoro
Rivadavia: «01 1030 May 82. Se detectó 2 (dos) submarinos en dirección a Caleta
Olivia...».77
El día 2 de mayo, el submarino HMS Conqueror78
comandado por el comandante Chris Wreford-Brown atacó con dos torpedos al
crucero ARA General Belgrano capitaneado por el Capitán de Navío Héctor Bonzo
que se hundió en 40 minutos muriendo 323 de sus tripulantes.79 El 4 de mayo,
dos Super Etendard guiados por un Neptune piloteado por el Capitán de Fragata
VGM Ernesto Proni Leston lanzaron un misil Exocet que dejó inutilizado al
destructor HMS Sheffield.
Con el tiempo los británicos pudieron
desplazar sus barcos al estrecho de San Carlos y el 21 de mayo desembarcaron la
Brigada de Comandos 3 del Brigadier Julián Thompson.80 Durante muchos días, los
pilotos argentinos bombardearon los barcos, pero no pudo impedir el desembarco.
Durante esos días, los Dagger y los Skyhawk de la Fuerza Aérea Argentina (FAA)
y los pilotos de la Armada de la República Argentina (ARA) pusieron fuera de
combate o hundieron al menos a 11 naves británicas. Pero las fuerzas británicas
provocaron bajas a los cazabombarderos argentinos. Entre los buques británicos
dañados o hundidos estaban las fragatas Ardent y Antelope, Antrim, Argonaut,
Brilliant, Broadsword y cuatro buques de desembarco logístico: Sir Galahad, Sir
Lancelot, y Sir Bedivere. Un destructor, Coventry y un mercante de transporte,
Atlantic Conveyor fueron hundidos fuera de San Carlos el 25 de mayo.
Los hombres del 2.º Batallón de Paracaidistas
comandados por el Teniente Coronel Herbert Jones avanzaron rumbo a Goose Green,
defendido por el Regimiento de Infantería 12 a órdenes del Teniente Coronel
Ítalo Ángel Piaggi donde se produjo la batalla de Pradera del Ganso entre el 27
y el 28 de mayo. Al alba del 28 de mayo, el atacante bombardeó fuertemente las
principales posiciones con morteros y bazucas, seguido por ametrallamientos. En
la colina Darwin, un pelotón del RI 25 aguantó una carga de unos 100 británicos
rechazándolos y donde muere el Teniente Roberto Néstor Estévez. Más al centro
de la línea de ataque, un pelotón a órdenes del Subteniente Ernesto Peluffo
consiguen repeler dos intentos más para quebrar sus líneas.81 En la colina Boca
un pelotón aguantó contra otra compañía británica; cayendon heridos el
Subteniente Guillermo Aliaga y el Sargento Carlos Maldonado. Los británicos
persistieron y a las 13 horas cayó Boca House, la línea central y luego cae la
defensa de Colina Darwin. En estas acciones por la lucha de Colina Darwin muere
el Teniente Coronel Jones, abatido por Soldados del ya caído Teniente Estevez
(RI 25) que se empeñaban en resistir el avance inglés.82 El Mayor Chris Keeble
asumió el comando y continuó al frente del ataque segundado por el May. Héctor
Gullán, quien asumió como segundo comandante.83 En la batalla mueren un total
de 55 argentinos y 18 británicos. Debido al fuerte cinturón defensivo alrededor
de la capital, la captura del terreno alto era vital, por lo que el Brigadier
(Brig.) Thompson se centró en la captura de los Montes Kent y Challenger. En
las operaciones de la SAS, antes y durante la captura final del Mte. Kent,
intervinieron también tropas de comandos de la Compañía de Comandos 602 y del
Escuadrón de Fuerzas Especiales de la Gendarmería Nacional (EFE601GN). Los
hombres de la 2.ª Sección de Asalto del Capitán (Cap.) Tomás Fernández de la
Compañía de Comandos 602 (Ca. Cdo(s) 602), caen en una emboscada de la SAS.
Allí muere el Tte. 1.º. Rubén Eduardo Márquez y el Sarg. Oscar Humberto Blas.
Ambos recibieron la Medalla al Valor en Combate posmórtem. El helicóptero Puma
que transporta una patrulla del EFE601GN es abatido por un misil al bordear el
Mte. Kent muriendo 6 comandos a tan solo dos días después de haber llegado a
las islas. El Brig. Thompson luego diría: «Fue una suerte que había ignorado las
opiniones expresadas por Northwood que el reconocimiento de Monte Kent antes de
la inserción de Batallón de Commando 42 era superflua. Si no hubiera estado
allí el Escuadrón D, las Fuerzas Especiales de Argentina habrían pillado el
Batallón Comando antes de poder desembarcar y, en la oscuridad y la confusión
en una zona de aterrizaje extraño, infligido fuertes bajas en los hombres y
helicópteros».84
Al finalizar el mes de mayo, se intensifica el
patrullaje hay choques entre los soldados británicos y argentinos resultandos
en serias bajas. En la noche del 5 de junio, la 3.ª Sección de Asalto de la Ca.
Cdo(s). 602, a cargo de el Cap. Andrés Ferrero, logra desalojar un pelotón de
unos 30 Marines Reales en Mte. Wall a cargo del Tte. Tony Hornby del B. Cdo. 42,85
con el apoyo coordinado de fuego del Grupo de Artillería 3 (G.A. 3) aunque
deben abandonar la posición pocas horas más tarde para no quedar atrapados. En
la noche del 6 de junio la 2.ª Sección de Asalto de la Compañía de Comandos 601
(Ca. Cdo(s). 601), liderada por el Cap. Rubén Teófilo Figueroa, logran poner en
fuga a unos 30 paracaidistas británicos del Cap. Matthew Selfridge, capturando
una radio PRC-351 Clansman, mochilas y cascos. El 7 de junio, el comandante de
la 10.ª Brigada, General (Gral.) Oscar Luis Jofre, personalmente inspecciona y
felicita al May. Oscar Ramón Jaimet por la conducción de la Compañía B
'Piribebuy' esos días, en cercanías del río Murrell.86 A partir del 1 de junio
comenzó un martilleo incesante de artillería sobre las tropas en primera línea.
“Por el silbidos decíamos ese cae allá, ese va sobre el regimiento o cual, ese
va más adelante y de repente dijimos, corramos que ese cae acá”. Comenta el
subteniente Guillermo Corbella de la Compañía 'Piribebuy'.87 En la noche del 9
de junio, la Compañía de Comandos 602 utilizando todos sus hombres posibles al
mando del May. Aldo Rico se moviliza por camiones hasta el río Murrell
colocándose a la vanguardia del R.I. 4, junto con el grueso del EFE601GN. La
acción resulta en un duro combate con unos 50 Marines Reales británicos a cargo
del Tte. David Stewart del B. Cdo. 45 los cuales sufren dos muertos,
confirmadas,88 al parecer a manos del Tte. 1.º Jorge Vizoso Posse a pesar de
encontrarse seriamente herido. En este combate los argentinos sufren 2 muertos,
el Sarg. 1.º Mario Antonio Cisneros y el Sarg. Ayudante Ramón Gumercindo
Acosta. Los diarios británicos admiten cuatro Marines Reales muertos en la
noche del 9 de junio.89
Se decidió en el Alto Mando Británico realizar
un cerco al estilo tradicional, bombardeando los objetivos y realizando 800
ataques aéreos90 antes de realizar asaltos de infantería. Tres pendientes
escarpadas eran el objetivo. Longdon, Dos Hermanas y Harriet. Los Batallones de
Comandos 42 y 45 tendrían como objetivo el Dos Hermanas y Harriet. En el B.
Parac. 3, se da la orden de atacar Mte. Longdon.91 El 8 de junio los Dagger de
la Fuerza Aérea Argentina rechazan un intento de desembarco en Puerto
Agradable. Es hundido el transporte de tropas Sir Galahad. En la noche el pelotón
avanzado de la Compañía B en Mte. Harriet al mando del subteniente Lautaro
Jiménez Corbalán, que se encontraba cerca de Goat Ridge, sufrió un violento
ataque. A pesar de su tenaz resistencia no pudo mantener la posición. Desde
Harriet, tanto la Compañía B y C en Dos Hermanas apoyaron con fuego de
ametralladoras y de morteros, batiendo una compañía entera de Marines Reales.
El día 11, el ablandamiento de la compañía en Monte Harriet fue intenso. Más de
1000 proyectiles de artillería y morteros cayeron sobre la compañía.92
Prisioneros de guerra argentinos el 15 de
junio.
Las acciones sobre Dos Hermanas, Longdon y
Harriet dieron como resultado la captura de 400 conscriptos y cuadros
argentinos, la mayoría capturados en la batalla del monte Harriet.93 La determinación
de un solo conscripto detuvo, durante horas, el ataque de una compañía
británica en Harriet. Rodeado y aislado, el soldado Orlando Aylan hirió a seis
Marines Reales, antes de que fuera herido mortalmente por un impacto directo de
un misil antitanque Carl Gustav.94 95 Alrededor del mediodía del 12 de junio,,
el 2.º jefe del Regimiento 7, el May. Carlos Eduardo del Valle Carrizo
Salvadores, al comando de las tropas de la Ca. B 'Maipu' del R.I. 7 que
combatieron en la Batalla de Monte Longdon, se entrevistó con el Gral. Mario
Benjamín Menéndez. No tenía buenas noticias. Menéndez recuerda que ordenó que
le permitieran al May. lavarse, que le dieran ropa de abrigo, «y dije que si
había un poco de whisky que le dieran. Usted le tiene que dar al menos cuarenta
y ocho horas a un hombre para que se reponga del combate, y no teníamos ese
tiempo».96 97 De los 278 defensores en Monte Longdon habían quedado 31 muertos,
120 heridos y 50 capturados. Más del 70% de la Compañía 'Maipu' había sido
perdido.98
El telegrama de Jeremy Moore a la Govenrment
Británico de Londres.
El télex señala: "Las Falklands Islands
están una vez más bajo el gobierno que desean sus habitantes. Dios salve a la
Reina."
En la Batalla del monte Dos Hermanas, el
conscripto Oscar Poltronieri, condecorado por su valor, operó eficazmente una
ametralladora, deteniendo varios ataques. A las 2 de la madrugada del día 12
callaron las ametralladoras argentinas en Dos Hermanas Sur y el Subt. Marcelo
Llambías Pravaz ordenó a sus hombres retroceder. A las 03:30 entraban en el
puesto de comando argentino en Dos Hermanas Norte, ateridos de frío los Marines
Reales, capturando al May. Ricardo Cordón (2.º jefe del R.I. 4), y se había
combatido bien. El Tte. británico Chris Caroe del B. Cdo. 45 sostrendia que los
conscriptos eran «una fuerza que tomar en serio porque fueron conducidos por
cuadros bien capacitados». En la posición del R.I. 7 en Wireless Ridge los
conscriptos afrontan un duro bombardeo de la artillería británica del cual caen
alrededor de 6000 proyectiles directamente sobre sus posiciones. En la noche
del 13 de junio, Rico recibe la orden de establecer una posición avanzada
frente a Mte. William, por lo que envía a la 3.ª Sección de Asalto comandados
por el Cap. Ferrero a dicha posición.99 Cerca de las 02:00, el SAS y SBS
fracasaron en su asalto a las posiciones defendidas por infantes de marina y
algunos marineros a las órdenes del Tte. Héctor Gazzolo en la colina Cortley, y
se retiraron después de perder tres lanchas de desembarco.100 En la noche del
13 de junio, las posiciones principales en Wireless Ridge son capturadas y el
Gral. Oscar Luis Jofre ordena al jefe del R.I. 7, Tcnl. Omar Giménez,
mantenerse firme en las posiciones que todavía le quedaban: «¡No retroceda más,
Omar!».101 Allí se ordena acudir al May. Guillermo Berazay, jefe de la Ca. A
del R.I. 3 con la misión de contener el avance británico a lo largo del arroyo
Felton.102 Caen 4 soldados argentinos muertos en el contraataque y 23 son
heridos.103 El Sarg. Manuel Villegas herido sufrirá sin gritar hasta tres
balazos en su cuerpo, y será salvado posteriormente por dos de sus conscriptos,
Esteban Tríes y Lupin Serrezuela.104 Al llegar los remanentes del R.I. 7 al
arroyo Felton, aumenta la confusión en Pto. Argentino. Corren rumores que hay
comandos británicos infiltrados entre los conscriptos.105 En el cuartel general
de Stanley House, donde se ha trasladado el Gral. Menéndez, se reciben los
primeros informes del resultado de la batalla del Wireless Ridge, los
conscriptos han cedido 3 colinas y la Ca. C ha completamente abandonado sus
posiciones.106 Se necesita restaurar el orden y Jofre encomienda al Coronel
(Cnl.) Eugenio Dalton, jefe de operaciones de la 10.ª Brigada de Infantería,
hacerse cargo de la polícia militar impidiendo el ingreso del regimiento no aún
autorizado a la capital.107 Reciben el apoyo de los comandos de la 2.ª Sección
de Asalto comandados por el Tte. 1.º. Fernando García Pinasco de la Ca. Cdo(s).
601. Dalton recorre las líneas argentinas en un jeep y así, oficiales sin tropa
unen a los dispersos conscriptos aún útiles para el combate.108 Tras la perdida
de Wireless Ridge, Carrizo Salvadores decide contraatacar ante el evidente
disgusto de Dalton.109 110 Al poco tiempo su contraataque es rechazado por el
fuego de la artillería británica.111 112 El 14 de junio, todavía de noche,
Jaimet lanzó un contraataque en Mte. Tumbledown. A punta de bayoneta calada,
los soldados conscriptos del pelotón del subteniente Esteban La Madrid
avanzaron. Dice La Madrid:«Cuando ordené “seguirme” nadie dudó... Nadie corrió
ni huyo... Así, agotados pero sin entregarse, las primeras luces del 14 de
junio vieron a una Sección diezmada pero no vencida llegando a la base del
cerro protegidos por la ametralladora de Poltronieri, quien, en un acto más que
heroico se quedó nuevamente para proteger el repliegue”.»113 Temporariamente,
el resto de la Compañía 'Piribebuy' logra apoderarse del extremo este de
Tumbledown, permitiendo el repliegue de La Madrid.114 El subteniente Corbella,
quien comandaba un pelotón aclaró:«Se produjo el ataque final, el más fuerte
cuando la sección de Esteban La Madrid no podía replegarse. Ahí lo ordenan la
sección de Guillermo Robredo, la de Aldo Franco y la mía, las tres. Robredo fue
por un flanco, y Franco tenía que ir por otro flanco y yo me tenía que quedar
cubriendo a esas dos secciones para intentar desaforarlo a La Madrid porque no
se podía retirar.»115 A las 09:00 horas, el Cnl. Félix Roberto Aguiar, 2.º
comandante de la 10.ª Brigada, ordena al Capitán de Fragata Carlos Hugo Robacio
retirar los restos del Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5) que aún
continuaban combatiendo en la zona del Mte. Tumbledown.116
Tras siete días de combates, entre el 8 y el
14 de junio, luego de parlamentar los conductores de las fuerzas oponentes, se
firmó la rendición de las tropas argentinas, tras lo cual las fuerzas
británicas retomaron el control de la capital malvinense. La batalla por Puerto
Argentino deja a más de 200 soldados argentinos y británicos muertos. De
acuerdo al autor británico Nicholas van der Bijl, el BIM 5 a órdenes de
Robacio, peleó bien en la batalla de Monte Tumbledown y luego se replegó a
Sapper Hill donde Robacio junto con la Compañía de Fusileros 'Piribebuy' de
Jaimet tenían planeado continuar resistiendo: «Eran cerca de las 8 de la mañana
cuando un gris amanecer envolvía Stanley, Robacio estaba organizando un
contraataque con la Compañía de Quiroga y la Compañía de Jaimet cuando le fue
ordenado por el Jefe de Estado Mayor del General de Brigada Jofre, el Coronel
Aguiar evacuar Tumbledown. Robacio y Jaimet estaban furiosos porque ellos
creían poder contener a los Guardias Escoceses».117
Pérdidas humanas
Muertos del bando argentino
Artículo principal: Anexo:Muertos del bando
argentino en la Guerra de las Malvinas
Cementerio de Darwin.
Monumento a los caídos en Malvinas, en Plaza
San Martín en Buenos Aires
Ejército Argentino:
194 (16 oficiales, 35 suboficiales, 143
soldados conscriptos)
Armada de la República Argentina:
377 (ARA General Belgrano 323, ARA Alférez
Sobral 8, ARA Santa Fe 1, ARA Guerrico 1, ARA Isla de los Estados 5, Infantería
de Marina 34, Apostadero Naval Malvinas 1 y 4 pilotos del COAN)
Fuerza Aérea Argentina:
55 (41 aviadores)
Gendarmería Nacional Argentina:
7
Prefectura Naval Argentina:
2 (GC83 Río Iguazú 1)
Agentes civiles:
16 (ARA Isla de los Estados 13, ARA General
Belgrano 2 y Narwal 1)
Pobladores civiles del archipiélago:
3 isleñas
649 hombres y 3 isleñas
Lista de los muertos, 1998.
Lista de los muertos con Comandos.
Muertos del bando británico
Ejército Británico: 123 (7 oficiales, 40
suboficiales y 76 soldados voluntarios).
Regimiento de Paracaidistas: 39
Servicio Especial Aéreo (SAS - Special Air
Service): 19
A bordo de las naves RFA Sir Galahad y Sir
Tristan: 43.
Regimiento de Gurkhas: 1.
Marina Real Británica (Royal Navy): 86
Destructores: HMS Sheffield 20, HMS Coventry
18, HMS Glamorgan 13, fragatas: HMS Ardent 22, HMS Argonaut 2.
Marines Reales (Royal Marines): 27 (2
oficiales, 14 suboficiales y 11 soldados voluntarios).
Real Flota Auxiliar (Royal Fleet Auxiliary ):
4. (RFA Sir Galahad y Atlantic Conveyor).
Real Fuerza Aérea Británica (Royal Air Force):
1 (1 oficial).
Agentes civiles: 14 (Atlantic Conveyor 8, RFA
Sir Galahad y Sir Tristam 4).
Isleñas de Malvinas: 3 mujeres civiles. (La
fragata HMS Avenger cañoneó su casa por error).
255 hombres118
En cambio según el "Roll of honour of
Palace Barracks Memorial" fueron 273.119
Pérdidas materiales
De acuerdo a los datos de la Fuerza Aérea
Argentina,120 los británicos sufrieron las siguientes pérdidas:
80 aeronaves derribadas o destruidas
8 buques hundidos o destruidos
11 buques averiados de consideración
11 buques averiados.
Según las fuentes oficiales británicas se
produjo la destrucción de:
6 aviones Sea Harrier FRS.1
4 Harrier GR.3
3 helicópteros Chinook HC.1
5 Sea King HC.4/HAS.5
9 Wessex HAS.3/HU.5
3 Lynx HAS.2
3 Gazelle AH.1
1 Scout AH.1.
De éstos, 5 Harrier/Sea Harriers y 18 helicópteros
fueron destruidos por acción enemiga.121 Otro Harrier GR.3 fue dañado por
metralla de la artillería antiaérea, lo cual le provocó un incendio durante su
descenso en el portaaviones Hermes y no volvió a tomar parte en el
conflicto.122
En lo que hace al componente naval de la Task
Force, fueron hundidas o destruidas 7 naves de distinto porte (2 Destructores
Tipo 42, 2 Fragatas Tipo 21, 1 buque portacontenedores, 1 buque logístico y una
lancha de desembarco), todas ellas víctimas de ataques aéreos. Dos destructores
y dos fragatas fueron dañados al punto de ser retiradas del teatro de
operaciones por el resto de la guerra.
Por su parte, los argentinos reconocen la
pérdida de 100 aviones y helicópteros durante el conflicto, incluyendo las
pérdidas por derribo, destrucción en tierra, accidente y captura por el
enemigo.
Lista de embarcaciones perdidas por la
Argentina durante la guerra
Nombre Muertos Lugar del pecio Profundidad (metros) Fecha de hundimiento (1982)123
Crucero ARA General Belgrano 323 55°24′S
61°32′O 4.200 Torpedeado por el submarino nuclear HMS Conqueror el 2 de mayo
Submarino ARA Santa Fe 1 Hundido
en bahía Cumberland, Georgias del Sur 200 Atacado el 25 de abril por al menos dos
helicópteros equipados con misiles antibuque, hundido el 20 de febrero de 1985
Transporte ARA Isla de los Estados 18 Cerca
de Isla Cisne 20 Cañoneado por la fragata HMS
Alacrity, 11 de mayo
Transporte ARA Bahía Buen Suceso 1 Al
este del estrecho de San Carlos 20 Atacado por aviones Sea Harrier el 16
de mayo en bahía Fox. Hundido como blanco de pruebas
Mercante ELMA Río Carcarañá 0 51°33′S
59°32′O cerca de Puerto Groussac 30 Atacado por aviones Sea Harrier el 16
de mayo en bahía Rey. Hundido el 23 de mayo por helicópteros Sea Lynx
Pesquero Narwal 1 52°45′S
58°10′O 440 Atacado por aviones Sea Harrier el 9 de mayo, hundido al día
siguiente al sur de las islas
Guardacostas GC83 Río Iguazú 2 Varado
cerca de Pradera del Ganso 4.200 2 de mayo en seno Choiseul, después de
sufrir el ataque de aviones Sea Harrier. Destruido el 13 de junio por un misil
antibuque lanzado por un helicóptero Sea Lynx
Las consecuencias de la Guerra de Malvinas
Según la Constitución Argentina, la causa
Malvinas es un asunto irrenunciable del pueblo argentino. Mural en Los
Antiguos, provincia de Santa Cruz.
Artículo principal: Consecuencias de la Guerra
de las Malvinas
Los efectos de la guerra de Malvinas fueron de
lo más variado. Una de las cuestiones de mayor peso ha sido la vuelta a la
democracia en la República Argentina en 1983. Particularmente, algunos
especialistas como M. Korstanje y George B. describen el discurso político de
Malvinas como un "arquetipo sagrado". De forma similar a los centros
ejemplares no masivos, Malvinas representa un aspecto y recordatorio
importantes para la vida democrática de Argentina. El conflicto se puede
estudiar también como una lucha por recursos energéticos.124
La derrota en Malvinas produjo la asunción de
un gobierno democrático en la Argentina en 1983, el cual facilitó la firma del
Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile de 1984, con el cual se puso
fin al conflicto del Beagle, y ayudó a evitar un eventual nuevo intento de
solución bélica por parte de las fuerzas argentinas.125 126
El continuo reclamo argentino sobre los
archipiélagos del Atlántico Sur ha quedado plasmado en la disposición
transitoria primera de la Constitución de 1994, que dice:
La Nación Argentina ratifica su legítima e
imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich
del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte
integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el
ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes,
y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo
permanente e irrenunciable del pueblo argentino.
En Inglaterra, la popularidad de Margaret
Thatcher subió considerablemente, permitiéndole a su partido ganar las
siguientes elecciones. También se abandonó la idea de reducir el presupuesto de
la marina propuesto por Nott. Los habitantes de las Malvinas también se
beneficiaron pues en 1983 recibieron nuevamente la ciudadanía inglesa y se
liberalizó la economía (que hasta ese momento no había sido potenciada por
miedo a provocar a Argentina). En 1985 una nueva constitución comenzó a
promover el auto-gobierno de la Isla paulatinamente. Como consecuencia de la
guerra, había un costo de £ 2,7 mil millones a las arcas británicas127 y de
acuerdo con una encuesta realizada en 2012 por el censo Inglés, menos del 30%
de los "kelpers" sintió británico.128
Numismática
En el año 2012, el Banco Central de la
República Argentina puso en circulación una moneda de 2 pesos conmemorativa de
la Guerra de las Malvinas, que fuera diseñada por el veterano voluntario
Fernando González Llanos, ex conscripto que integrara el Apostadero Naval
Malvinas.129
El 2 de abril de 2014, durante el acto de
conmemoración por el aniversario de la Guerra de las Malvinas, la presidente de
Argentina Cristina Fernández de Kirchner, descubrió el boceto del billete de 50
pesos, con la imagen de las islas en el anverso y la figura del Gaucho Rivero
en el reverso.130
Pinturas
El conflicto de 1982 dio lugar a numerosos
trabajos pictóricos, de parte de ambos contendientes, y también de otros países
neutrales.
Del lado argentino, por ejemplo, pueden
citarse los trabajos de Exequiel Martínez131 y de Carlos Adrián García;132
mientras que de los de otros países están las ilustraciones de Daniel Bechennec
(francés).133
Del lado británico, por ejemplo, están los
trabajos de Charles David Cobb.134
Guerra en la cultura popular
La Guerra es citada en la película La Dama de
Hierro en 2011 y ese mismo año en la película Un cuento chino.135
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